Open Australia 2019, Ebden-Nadal: Ciclón Rafa (3-6, 2-6 y 2-6)

Matthew Ebden. Fue un hueso duro de roer en la primera manga, llegando a contar con tres oportunidades de rotura antes de que fuera el español el que tomara ventaja. Un golpe demasiado duro para digerir, aunque no bajó los brazos en ningún momento. Un digno rival, que no pudo contrarrestar el tenis arrollador de Rafa.

Rafa Nadal. Poco a poco sigue encontrando sus mejores sensaciones sobre la pista y eso es siempre una muy buena noticia. El manacorí fue de menos a más y tras pelear en la primera manga, encontró vía libre para superar sin apuros a Ebden. El servicio sigue funcionando, la derecha hace daño y el revés le permite dominar en la pista, unido un físico sin problemas, hacen de Rafa uno de los favoritos a todo en Melbourne.

Rafa Nadal volvía a saltar a la Rod Laver Arena, esta vez en horario nocturno en Melbourne, y lo hacía con la confianza de por fin haber roto el hielo en cuanto a disputar un partido ATP se refiere, dejando atrás los cuatro meses por lesión que le habían tenido fuera de circulación desde las pasadas semifinales del US Open. No acusó ese parón en la primera ronda ante Duckworth, con ciertos ajustes por realizar, normales teniendo en cuenta las circunstancias del número dos del mundo, pero que se antojaron menores en cuanto el manacorí resolvió con maestría su pase a segunda ronda.

Ante Ebden, esa ligera falta de ritmo iba a quedar totalmente superada, encontrando desde el minuto uno un buen ‘feeling’ con la bola, ante un rival que le enseñaba muy pronto sus cartas, evitar a toda costa los peloteos y presionar en la red siempre que le fuera posible con golpes profundos, tanto al servicio como al resto. Un estilo muy parecido al que tenía que hacer frente Rafa en la primera ronda, y que contrarrestaba con precisión y potencia desde la línea de fondo.

Nadal conseguía salvar la situación con su servicio tras salvar tres bolas de rotura y acto seguido hacía el break, no sin sudar ante un aguerrido Ebden que encontraba el apoyo de la grada cada vez que superaba al balear. Un set duro pero que con constancia Rafa se llevaba a su terreno, encontraba buenas sensaciones con su juego ante un rival que no daba su brazo a torcer (3-6).

Poco a poco las sensaciones iban mejorando exponencialmente, mientras que Ebden bajaba bastantes enteros, viéndose superado por el balear, entrando en un estado habitual de los rivales del español, cuando a pesar de intentar superarle en la pista, sucumben ante el ritmo demoledor que encuentra el número dos mundial cuando se encuentra en sintonía con su raqueta, y ante el australiano la simbiosis empezaba a ser la de las grandes ocasiones.

Dos roturas le ponían en bandeja el set a Nadal, que deslumbraba con sus golpes a una grada ya entregada a lo propuesto por el manacorí sobre la pista de la Rod Laver Arena. Paralelos, cruzados, en carrera, un servicio sólido y una sensación de superioridad ante la que Edben poco podía hacer. La segunda manga estaba en poder de Rafa (2-6).

Cuando Nadal cuenta con ventaja de dos sets difícilmente es dado a dejar prisioneros, y con Ebden no iba a hacer una excepción. Una nueva rotura y un tenis que se echaba de mucho de menos tras cuatro meses de parón hacían sacar más de un grito de asombro en la grada, entregada al espectáculo de ver al manacorí en pleno esplendor (2-6). El partido era cuestión de tiempo que se cerrara y así fue. Rafa se clasificaba con unas sensaciones inmejorables a la tercera ronda, donde se medirá a otro tenista local, Alex de Miñaur este viernes.