Open Australia 2019, Tsitsipas-Nadal: Una apisonadora hacia su quinta final (2-6, 4-6 y 0-6)

Stefanos Tsitsipas. El joven tenista griego ha sido la gran revelación del primer Grand Slam del año, sin embargo, no pudo hacer nada para parar la versión más ‘killer’ de Nadal en Melbourne Park. A pesar de ello, estamos hablando de un tenista que ha vencido a Roger Federer en octavos, y que muy pronto estará instalado en el top-5 del ránking.

Rafa Nadal. Es difícil describir la sensación que está dejando el manacorí en la presente edición del Open de Australia. Dominador absoluto de la situación, buscará el domingo convertirse en el primer tenista en la Era Open en ganar como mínimo en dos ocasiones cada uno de los cuatro Grand Slams. Una leyenda con mayúsculas del tenis.

El avance inmaculado de Rafa Nadal por el cuadro masculino del Open de Australia tenía ante Stefanos Tsitsipas una nueva prueba de fuego, en la búsqueda de su quinta final en el primer Grand Slam de la temporada, ante un calor sofocante e histórico en Melbourne. El griego había acabado con la posibilidad de ver un nuevo capítulo del mítico duelo hispano-suizo eliminando a Roger Federer en octavos y de un partido entre dos integrantes de la Armada, pudiendo con Roberto Bautista en cuartos de final. Pero la empresa que tenía por delante, dado el nivel mostrado por el número dos del mundo, era superlativa y lo iba a comprobar desde el primer set.

Nadal ya sabía lo que era jugar contra el griego, le había ganado en las finales del Conde de Godó y el Masters 1.000 de Canadá el curso pasado, pero no por ello cambió una táctica que ha ido arrasando a cuantos rivales encontraba a su paso, el renovado servicio volvía a ser un plus, al ya dominador juego desde el fondo de la pista del español, sumando un 100% de puntos ganados con su primer saque.

Con el servicio asegurado, sin dar opciones a un Tsitsipas algo aturdido desde el otro lado de la red, solamente quedaba presionar al resto, y el resultado no pudo ser mejor. Dos de dos en bolas de rotura y la sensación de que el griego tenía que mejorar mucho si quería hacer mella en un sólido Nadal, que seguía sin querer hacer prisioneros en Melbourne (2-6).

Rafa le había dejado claro a Tsitsipas que tenía que subir mucho su nivel si quería realmente hacer daño al español, muy bien plantado sobre la pista. Las sensaciones eran inmejorables y el control que emanaba de la raqueta de Nadal no hacía presagiar que pudiera complicarse el partido. El griego mejoró en la segunda manga, pero no hasta el punto de poder tener opciones de reales de empatar.

Nadal desperdiciaba un 0-40 al resto, que brillantemente sacaba con buenos servicios adelante Tsitsipas, y quizás no tenía un buen porcentaje de primeros, con un 58% en el segundo set, pero mantuvo el tono a la espera de una oportunidad que le permitiera dar carpetazo al parcial. Con 4-4 Rafa llegó el premio y le volvió a mandar un mensaje de contundencia a Stefanos. La quinta final en Melbourne estaba cada vez más cerca (4-6).

Porque el trabajo estaba hecho. Tsitsipas bajó los brazos en la tercera manga y Nadal no dejó de pisar el acelerador para acortar lo más posible el sufrimiento del griego. Un rosco para cerrar la clasificación para su quinta final en Melbourne, dos años después de la última y diez de su único título en el Open de Australia. Un trofeo por el que luchará este domingo frente a un rival que saldrá del Djokovic-Pouille (viernes 25 a las 9:30 hora española).