Open de Australia 2020, Tatsuma Ito-Novak Djokovic: Sin lugar a la relajación (1-6, 4-6 y 2-6)

Tatsuma Ito: Fue de menos a más pese a que en ningún momento tuvo opciones de amenazar la victoria de Djokovic. La paliza que sufrió en el primer set le hizo soltarse en el segundo e incluso disfrutar de un 4-3 a favor. 146 del mundo, tiene muchos motivos para irse satisfecho de este Open de Australia: alcanzó el cuadro final, logró una victoria en primera ronda y jugó ni más ni menos que ante una leyenda del tenis en la Rod Laver Arena.

Novak Djokovic: Concentrado y muy metido en el partido de principio a fin. Su predisposición era de tal calibre que se le vio cabreado consigo mismo incluso en momentos en los que el partido no corría ningún peligro. Además, tuvo que hacer frente al viento y a las adversas condiciones en las que se disputó el encuentro. Sin ser Ito una importante vara de medir, el de Belgrado ya ruge en busca de un nuevo Grand Slam.

Si en el primer compromiso ante Struff hubo cabida para algunos momentos de desconexión y ciertas dudas, Djokovic salió ante Ito convencido de despejarlas. El arranque no pudo ser más imponente, con un primer parcial que cerró en apenas 23 minutos (1-6) y en el que ganó todos los puntos con su primer servicio (11/11). El nipón sólo pudo evitar el rosco en una batalla que no tenía emoción.

Dio algo de tregua Djokovic en el segundo set y se permitió el lujo de perdonar alguna que otra bola de break a la vez que mostraba sus malas al ceder algunos puntos. El crecimiento de Ito desde el fondo de pista era proporcional al cabreo del serbio. Novak perdonó una nueva bola de rotura en el séptimo juego y lo que parecía un paseo se convertía por momentos en un reto para el vigente campeón, que veía como su oponente se venía cada vez más arriba.

A la irrupción de su rival, se sumaban las adversidades del clima, con un viento que hacía prácticamente imposible el desarrolo del tenis. El grito de Nole al lograr el break en el noveno juego fue la prueba perfecta de que no estaba nada contento con los derroteros que llevaba un segundo parcial que sólo se pareció al primero en que cayó de su lado.

Conforme avanzó la contienda, Ito se fue soltando pese a lo adverso del resultado. A su vez, Djokovic se picaba y lanzaba rugidos en los puntos más laboriosos. Parecía increíble que el de Belgrado estuviese tan excitado en una segunda ronda. El break no se hizo esperar en un tercer set que no tuvo nada que ver al jugado ante Struff (1-2).

La predisposición del número dos mundial era total y a Ito se le acababa el fuelle al tiempo que su oponente sacaba el rodillo (1-4). Djokovic no estaba para bromas y selló con rapidez su pase a una tercera ronda en la que espera el también japonés Yoshihito Nishioka. El vigente ganador en Melbourne no ha mostrado aún su mejor tenis pero ya ha dejado rugidos de campeón.