Open Australia 2021 | Vídeo resumen del Djokovic-Karatsev: Nole no admite sorpresas

El efecto Karatsev duró seis juegos de la primera manga. Aguantó el tipo lo que pudo, ofreciendo cierta oposición que llegó a su fin con un juego al resto en blanco que le servía para dar por finiquitado el set al defensor del título, a pesar de que el ruso intentaba por todos los medios de agarrarse a un salvavidas que no parecía llegar nunca, cuando Djokovic puso el ritmo de crucero habitual en los momentos decisivos de un Grand Slam (6-3).

El primer set le dio tranquilidad a ‘Nole’ y cayó como una losa ante un Karatsev que se dedicaba a saborear lo que podía del poco trozo de pastel que dejaba en el plato el número uno mundial, pero supo reponerse. Lo que al principio parecían ser únicamente algún punto esporádico que levantaba a la poca gente a la que se le permitió la entrada después de varias jornadas con un vacío total en la grada, acabó siendo una oportunidad real de poder igualar el marcador en el segundo set.

Como si fuera por inercia, los juegos, tanto al servicio como al resto, caían del lado del casillero del serbio, dejando una sensación como si solamente tuviera que mantenerse en la pista para que su sola influencia sirviera para maniatar a un jugador que hasta entonces competía como potro desbocado en las pistas de Melbourne Park. Pero esta relajación permitió al ruso dar algún que otro susto a Novak, peleándole más de la cuenta el set, como un break que no sirvió como bálsamo para que se igualara del todo la contienda, a pesar de los ingentes esfuerzos de su rival por lograr otra rotura (6-4).

Una vez sofocada la rebelión rusa, Djokovic se cansó de juegos y no dejó lugar a más posibles reacciones, después de otro susto en forma de rotura de un Karatsev que no le perdía la cara al partido. ‘Nole’ se metía en la final, una cita que no ha perdido nunca a lo largo de su carrera, ganando hasta en ocho ocasiones en Melbourne y en el que ya espera rival, que saldrá del duelo entre Daniil Medvedev y Stefanos Tsitsipas, una vez que el griego fuera el verdugo de Rafa Nadal en cuartos.