Roland Garros 2017, Garbiñe Muguruza-Anett Kontaveit: Espíritu de guerrera 6-7(4), 6-4 y 6-2

Garbiñe Muguruza: Intermitente en su juego, pero con una notable mejoría en su mentalidad – en otra época hubiera cedido el partido tras verse un set abajo y 1-3 en el segundo – la española peleó cada punto en un partido que terminó ganando por esfuerzo y sacrificio. Creyendo en su mejor tenis consiguió doblegar a una Kontaveit que se desplomó en el tercer set.

Annet Kontaveit: Explosiva con la derecha y llevando la manija del partido. Corrió menos que su rival, pero de manera más efectiva en los dos primeros tercios del partido. En un partido parejo en cuanto a porcentaje de servicios y errores no forzados, la diferencia estuvo en los winners de la estonia. Tuvo a la campeona contra las cuerdas pero no materializó su ventaja y acabó perdiendo el segundo set. En el tercero, ya sin físico y floja mentalmente, acabó cediendo el partido y perdiendo una ocasión de oro de repetir el triunfo de Stuttgart ante Garbiñe. No obstante, es joven y aquí hay tenista para rato.

Si en su primer enfrentamiento en el Australian Open de 2016 Garbiñe demostraba su superioridad logrando un rosco que le puso de cara aquel partido, en este duelo en segunda ronda de Roland Garros la estonia se tomó la revancha y ganó el primer set como más duele. Permitiendo que su rival hiciera la goma y remontara para ganarla en el tie break.

Un primer parcial lleno de errores por parte de ambas rivales y donde cada servicio era un suplicio. Kontaveit llegó a tener 2-4, pero Garbiñe se recuperó y empezando a pegar más fuerte y acertado a la bola forzó el tie break. Pero llegados a ese punto y cuando más necesitas llevar el mando del partido con tu saque, no es posible perder todos los puntos al servicio. Eso fue un lastre suficiente para que su rival se apuntara la primera manga.

El segundo set comenzó de manera similar al primero, con una Garbiñe venida a menos ante una Kontaveit que no paraba de soltar derechazos que hacían que la española se moviera a un lado y otro de la pista. Llegados al epicentro del parcial, Garbiñe consiguió retomar el mando del partido para ponerse 4-3 y ya no soltar el mando del partido. No obstante, le puso la dosis habitual de sufrimiento teniendo que esperar a la tercera bola de set para igualar el partido.

En el tercer y definitivo set se vio a la Garbiñe que todos quieren ver. Segura en el servicio, cometiendo menos errores no forzados que Kontaveit y demostrando un espíritu de sacrificio digno de una campeona de Roland Garros ganó el partido y se mete en tercera ronda donde espera Putintseva.