Roland Garros 2018, Nadal-Bolelli: Carpetazo con sufrimiento (6-4, 6-3 y 7-6 -9-)

Rafa Nadal. Algo gris el lunes, a pesar de que encarrilara el pase con dos sets ganados a medio gas, sufriendo ante un incómodo Bolelli que demostró tener una gran derecha. A las primeras de cambio devolvió a su cauce el partido en la tercera manga, y supo sufrir para certificar su pase a la segunda ronda en tres sets.

Simone Bolelli. Tuvo sus momentos de lucidez el lunes, poniendo en más de un apuro a un Nadal que tuvo que sudar para sacar adelante un partido complicado donde quizás no le hicieron justicia el resultado del primero y el segundo set. Sin embargo, la inercia ganadora de Nadal le superó el martes, aunque volvió a mostrarse como un durísimo rival, obligando al manacorí a salvar hasta cuatro bolas de set.

La lluvia. Obligó a suspender el partido, que se disputó entre lunes y martes. Una tensión extra que pareció no afectar a Nadal en los momentos clave, aunque tuvo que sudar la gota gorda para decantar de su lado el efrentamiento tras casi tres horas de enfrentamiento total.

Vivía una situación complicada Nadal, propiciada por la aparición de la lluvia en su debut en Roland Garros. A pesar de ponerse dos sets arriba, el juego del número uno mundial no era tan dominante como lo acostumbrado y tenía que irse a la jornada del martes para cerrar un partido, que se complicó por momentos, pero que se encargó de finiquitar en tres mangas, a pesar de las dificultades.

Bolelli se vio sorprendido en la reanudación por un Nadal que rápidamente recuperó su servicio para no alargar más de la cuenta su debut en París. No las tenía todas consigo el manacorí, que tras un eterno turno de servicio en el que salvó hasta cuatro bolas de rotura en contra, forzó el tiebreak ante un crecido rival, que tuvo muy cerca el forzar la cuarta manga. Finalmente el desempate dictó sentencia, salvando el manacorí hasta cuatro bolas de set en contra, y Guido Pella será su próximo rival en segunda ronda (7-6(9)).

Tocaba romper el hielo en París. Un partido de primera ronda siempre difícil por lo que conlleva ponerse en marcha en un torneo de Grand Slam. Los nervios compiten con la búsqueda de sensaciones y eso llevó a Nadal a estar más frío que de costumbre en el arranque ante Simone Bolelli. Era el italiano el que ponía mayor agresividad en los peloteos desde su lado de la pista, mientras que el manacorí respondía con sobriedad y pocos errores.

Bolelli rozaba la perfección y levantaba un 0-40 en contra en su segundo turno de servicio. A pesar de todo, el tiempo iba pasando ante la amenaza de lluvia presente en Philippe Chatrier con el cielo encapotado, sin que Nadal tuviera que defender ninguna bola de rotura. La oportunidad del balear llegó con 5-4, cuando el peso de jugar contra el número uno mundial atenazó los golpes de derecha del italiano. Los errores llegaron y el break decisivo con él, para que el diez veces ganador del trofeo se adjudicara, sin el brillo de costumbre, la primera manga (6-4).

La lluvia hacía acto de presencia tímidamente en París, y el partido proseguía de manera gris para un Nadal que a las primeras de cambio se encontró con un break en contra en la segunda manga. No encontraba el número uno su lugar sobre un pista donde cada vez eran más los paraguas que se abrían en la grada. Incluso con 1-3 en el marcador tuvo que salvar una bola de rotura en contra que lo cambió todo. Tras verse con el agua al cuello, cinco juegos de manera consecutiva le permitieron salvar la situación ante el bajón en el juego de Bolelli, que perdió la precisión de golpe, pasando de dominar a ser dominado en muy poco espacio de tiempo (6-3).

Tampoco comenzaba bien la tercera manga para Nadal, que volvía a encontrar nuevamente un break en contra a las primeras de cambio. Finalmente, comenzó a llover con más fuerza sobre la Philippe Chatrier y con 0-3 en el marcador en contra para el español, pero con dos sets de ventaja, el partido fue suspendido.