Blog Murciego: Roland-Garros 2022, el inicio de una nueva era en los Grand Slam

La resurrección de Novak Djokovic, las dudas de Rafa Nadal o el momento espléndido de Alcaraz y Swiatek están ocupando la mayoría de los titulares a falta de unos días para el inicio de Roland Garros 2022. A partir del domingo en EUROSPORT arrancará uno de los torneos más especiales del curso, también por lo que significa en su vertiente histórica. Será la primera vez que en París no tengamos maratones en el quinto set, donde no disfrutemos de esos duelos interminables, la primera vez donde un supertiebreak en el parcial definitivo –en el caso de llegar al seis iguales– supondrá el fin de fiesta. Una unificación total instaurada desde el pasado marzo que atañe también a Wimbledon, US Open y el Open de Australia. Nada volverá a ser como antes, pero siempre podremos recordar los viejos tiempos.

OPEN DE AUSTRALIA

Creado el 17 de noviembre de 1905, el Grand Slam de las Antípodas fue el último en nacer de los cuatro hermanos. Denominado por aquel entonces como Campeonato de Australasia, no fue hasta 1927 donde por fin agarró su nombre de verdad, el Open de Australia. Pero nosotros empezaremos a contar a partir de la era Open (1968), donde todos los partidos empezaron jugándose al mejor de cinco sets, normativa que cambiaría dos años después.

En 1970 se apostó por acortar todos los partidos de primera ronda al mejor de tres sets… para volver a dejarlo en cinco las dos siguientes temporadas. En 1973, otra vez las dudas, vuelta al mismo sistema que en 1970, algo que se mantuvo hasta 1975. A partir de aquí se acabaron los cambios, todos los partidos se jugarían a cinco sets sin distinción. La final, en caso de llegar al 6-6 en el quinto, se resolvería por diferencia de dos juegos.

No sería hasta 2019 cuando aterrizaría el último cambio, el de disputar un supertiebreak en el caso de llegar al seis iguales en el set definitivo. Aquello supuso una revolución, pero era su propia revolución, la que habían elegido para ser diferentes a los demás. Finalmente, ésta ha sido la fórmula escogida para unificar a los cuatro grandes, el desenlace que veremos de ahora en adelante en cada una de las cuatro grandes plazas.

ROLAND GARROS

El torneo nació en 1891 y lo bautizaron como Campeonato de Francia, hasta que en 1925 empezaría a llamarse de una manera mucho más formal: los Internacionales de Francia. Empezando a contar desde la Era Open en 1968, los galos apostaron también por disputar todos los partidos al mejor de cinco sets, hasta que en 1973 experimentaron un primer cambio.

Durante tres años decidieron jugar las dos primeras rondas al mejor de tres sets, modificación que desaparecería de 1976 en adelante. Con el regreso a los encuentros a cinco sets, Roland Garros ha sido el Grand Slam que más ha estirado en el tiempo la obligación de ganar los partidos con diferencia de dos juegos en caso de llegar a la última manga. ¿Y si el partido dura siete horas? ¿Y si el partido acaba 24-22? Pues que así sea. Ante tal barbaridad, era normal que en 2022 se sumaran a esta unificación que ha cambiado la historia. ¡Lo que ha costado!

WIMBLEDON

La historia del All England Club es la más fácil de contar, ya que jamás apostaron por ningún cambio desde su nacimiento en 1877. Si algo tiene el torneo más antiguo de la historia es respeto a las tradiciones, ya sea por las rituales dentro y fuera de la pista, su manera de escoger los cabezas de serie o el dress code que se impone en el vestuario. Eso sí, hasta 1922 se jugó con el Challenge Round, lo cual favorecía a los campeones.

Lo más curioso de Londres es que, todavía a día de hoy, tanto los cuadros de individuales, como de dobles, incluso la fase previa se juega todo al mejor de cinco sets. En categoría masculina, por supuesto. Hasta que un eterno enfrentamiento entre John Isner y Kevin Anderson en 2018 causaría tales estragos que al curso siguiente, velando por la salud de los deportistas, diseñaron una nueva forma de cerrar aquellos partidos interminables. Si en el quinto set se llegaba al 12-12, todo se acabaría con un tiebreak. Que se lo digan a Federer y Djokovic, que fueron los primeros en estrenar el formato en una final. Tres años ha durado el invento.

US OPEN

En Nueva York llegaría el mejor tenis del mundo a partir de 1881, celebrándose el Abierto de Estados Unidos sobre hierba hasta 1975. Después de tres temporadas experimentando el evento sobre tierra batida, en 1978 se quedaría para siempre en pista rápida con el traslado a Flushing Meadows. Más allá de las superficies, cabe destacar que el US Open empezó jugándose con todos los encuentros al menos de cinco sets, en eso no fue distinto a los demás. Las primeras curvas llegarían en 1975 y 1976, donde las tres primeras rondas se celebraron al mejor de tres. En 1977 se amplió este formato hasta los octavos de final, pero en 1978 se redujo de nuevo únicamente a las tres primeras rondas.

Por fin, después de tantos bailes y cambios, en 1979 se decidió jugar todos los partidos al mejor de cinco mangas y así ha continuado hasta hoy en día, con la única revolución del tiebreak a partir de 2006, lo cual hizo que fuera el torneo menos castigado de los cuatro. Cosas del destino, a partir de este año los estadounidenses verán cómo la duración de algunos partidos se amplían, cambiando el tradicional tiebreak por un supertiebreak al mejor de diez puntos.