No hubo sorpresas

El suizo Roger Federer y el estadounidense Andy Roddick disputarán la final del US Open tras terminar con las esperanzas rusas derrotando a Nikolay Davydenko por 6-1, 7-5 y 6-4, y a Mikhail Youzhny por 6-7(5), 6-0, 7-6(3) y 6-3.

Eurosport

Fuente de la imagen: Eurosport

El vigésimo triunfo consecutivo de Federer en el US Open no tuvo más historia que confirmar su superioridad sobre un rival al que dominó de principio a fin, para ampliar a ocho el número de victorias en sus enfrentamientos particulares.
Al término del encuentro, el dos veces campeón en Nueva York aseguró ante los medios que para evitar problemas, había salido muy concentrado desde el minuto uno de partido. "No quería tener ningún tipo de sorpresa ante Davydenko, que ha mejorado muchísimo con su juego, y de ahí que el primer set fue muy importante para establecer el ritmo y control del partido", declaró Federer. "Ahora estoy en la final que era mi objetivo y el próximo será luchar por conseguir revalidar el título".
El suizo, que disputará su cuarta final de Grand Slam este año, con triunfos en Australia y Wimbledon, sólo necesitó una hora 43 minutos para eliminar a Davydenko, que había alcanzado por segunda vez la semifinal de un grandes como profesional.
El número uno del mundo aprovechó seis de las ocho oportunidades de rotura de servicio y cometió 17 errores no forzados por 30 golpes ganadores para un total de 96 puntos.
Después de mostrar su mejor tenis en el primer set, que duró sólo 22 minutos, y de haber sufrido un poco más en el segundo para terminar imponiéndose por 7-5, el partido estaba decidido y tenía ganador. Simplemente faltaba que Davydenko, séptimo cabeza de serie, diera un poco más de guerra para dejar intacta, al menos, la imagen de luchador que le caracteriza. El ruso levantó en el décimo juego del tercer set, tres pelotas de partido, pero en la cuarta Federer no perdonó y un "ace" monumental al centro, le sirvió para levantar los brazos y celebrar su tercera final consecutiva.
Roddick, el rival
Ante él en la final tendrá al estaounidense Andy Roddick. El noveno cabeza de serie, cumplió con los pronósticos al vencer 6-7 (5-7), 6-0, 7-6 (7-3) y 6-3 al ruso Mikhail Youzhny para conseguir por segunda vez su pase a la final del Abierto de Estados Unidos.
El ídolo local vuelve a la final del Abierto que ganó en el 2003 después del borrón de la pasada temporada en la que quedó eliminado en la primera ronda. "Me costó un poco entrar en el ritmo del partido, pero luego creo que con los golpes que he aprendido de Jimmy Connors todo fue mejor". "Además el apoyo del público fue genial y les dio las gracias".
Roddick cree que la clave ha podido estar en el control ejercido desde el fondo de la pista y los 14 tantos directos que logró en un partido que duro dos horas y 46 minutos y que dejó al americano con un 68 por ciento de acierto con su primer saque y una efectividad del 80%.
Pero lo cierto es que el dato más relevante nos lo dan los errores no forzados, 48 para Youzhny y sólo 18 para Roddick, que también consiguió 37 tantos en 59 subidas a la red por sólo 18 de 22 del tenista ruso.
Youzhny, digno semifinalista
El primer set sirvió para confirmar que la presencia de Youzhny en las semifinales no había sido producto sólo del factor suerte sino de su juego potente desde el fondo de la pista. Tras entregar su saque en el tercer juego del partido, el tenista ruso peleó para lograr recuperarlo en el sexto y forzar un tie break que a la postre le daría la primera manga del partido.
La perdida de set enfureció a Roddick, que reaccionó enseñando su mejor tenis para barrer con un contundente 6-0 al moscovita de la pista en 22 minutos de juego.
Cuando todo parecía que estaba encarrilado para Roddick, volvió a surgir el mejor Youzhny para mantener su saque y de nuevo llevar el partido al "tiebreak", en el que esta vez no tuvo tanta suerte y que finalizó con un tanteo de 7-3 favorable al jugador de Nebrasca.
La tónica se mantuvo en el cuarto set, pero Youzhny ya no era el mismo jugador y seguía incrementando el número de errores no forzados para terminar perdiendo el saque en el octavo juego sirviendo así en bandeja la victoria a Roddick.
Pero el estaounidense, antes de asegurarse el triunfo, Roddick quiso darle un poco de suspenso a los 23.712 espectadores que llenaban la pista central Arthur Ashe para perder las tres primeras bolas de partido de las que dispuso. A la cuarta, y con una volea sobre la red, el cabeza de serie número 9 del torneo, selló su pase a una final, algo que hace dos meses le parecía un sueño inalcanzable.
Únete a Más de 3 millones de usuarios en la app
Mantente al día con las últimas noticias, resultados y deportes en directo
Descargar
Compartir este artículo
Anuncio
Anuncio