US Open 2016, semifinales, Caroline Wozniacki-Angelique Kerber: La nueva reina ya ejerce (4-6 y 3-6)

Caroline Wozniacki. Encontró su techo en las semifinales después de un gran torneo en el que volvió a revivir las sensaciones de pertenecer a la élite por derecho propio. La exnúmero uno del mundo es una de las ídolos locales de la afición neoyorquina, y podría utilizar esta buena actuación para intentar seguir remontando puestos en la clasificación mundial de la WTA.

Angelique Kerber. 186 semanas después, la de Bremen es la que tiene el honor de desbancar a Serena Williams, gran dominadora hasta ahora del circuito femenino. La alemana está en el mejor momento de su carrera y resulta muy complicado descifrar su juego intenso y de pocos golpes por puntos. Buscará sumar su segundo Grand Slam del año el próximo sábado ante Karolina Pliskova.

Nueva York fue testigo del traspaso de poderes en el orden mundial del tenis femenino en una misma jornada. Si nada más comenzar la noche Serena Williams caía eliminada por sorpresa frente a Karolina Pliskova, cada vez menos revelación y más realidad, en el segundo turno la heredera del trono demostró que no ha llegado por casualidad a ese primer escalafón del ranking. Angelique Kerber es ahora mismo la gran favorita al título y ni siquiera su amiga Caroline Wozniacki pudo apartarla de su sueño de conquistar su segundo Grand Slam.

Wozniacki se encontró de buenas a primeras con un 0-4 en contra, dos breaks que hicieron mella en el desarrollo de la semifinal. Cuando la de Odense templó su juego comenzó a ganar puntos -e incluso recuperó una de las roturas-, pero Kerber se las arregló para gestionar con oficio esa ventaja y sumar su primer set. Repitió el procedimiento en el segundo, con una rotura nada más comenzar que puso cuesta abajo su trayecto por la semifinal del major estadounidense. Era cuestión de tiempo que certificara su presencia en la final, y en la cartesiana mente de la alemana ya está únicamente Karolina Pliskova, sin hueco para Wozniacki, Serena o el número uno que lucirá a partir del lunes.

Es positivo para el tenis femenino que se produzca un relevo en su cúpula. Serena Williams ya ocupa un lugar en la historia como leyenda de este deporte, pero su veteranía y sus calendarios cada vez más descargados de competición presagiaban que este momento tenía que llegar tarde o temprano. Dentro de un circuito muy irregular, Kerber ha sabido mantenerse de forma permanente en las últimas rondas de los grandes torneos -a excepción de Roland Garros- y ahora intentará rematar la faena levantando el título en Nueva York. No lo tendrá fácil ante Pliskova.