US Open 2021 | Novak Djokovic, el ¿máximo favorito al título?

Siguen existiendo razones para creer que Novak Djokovic volverá a levantar el título en Nueva York y que conseguirá lo que no ha logrado ningún tenista desde el año 1969, ganar todos los Grand Slam en una misma temporada, pero el fiasco en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde perdió en semifinales contra a Alexander Zverev y en el partido contra el bronce frente a Pablo Carreño, parece que no ha sentado bien al ganador de veinte grandes.

El reto era mayúsculo y parece que terminó pasando factura a ‘Nole’, que tuvo que renunciar a jugar en Canadá y Cincinnati para salvaguardar su físico y mantener viva la llama de seguir haciendo historia en una temporada en la que ha sido dueño y señor de los Grand Slams. Con la baja de Rafa Nadal y Roger Federer, el camino a convertirse en el tenista masculino con mayor número de títulos grandes está abierto en Flushing Meadows, pero el número uno del mundo no está ofreciendo sus mejores sensaciones en los cuarto partidos ya jugados en la gran manzana.

En tres de ellos cedió un set, contra tenistas alejados de las primeras posiciones de la clasificación mundial de la ATP. El primero fuero el jovencísimo danés Holger Rune, que sorprendió al serbio en primera ronda con su desparpajo y juego directo, el segundo, todo un veterano del circuito como Kei Nishikori en tercera ronda, que se encuentra lejos del nivel que le llegó a alcanzar el número cuatro en el ranking, siendo el estadounidense de 20 años Jenson Brooksby, el último en hacerlo en la cuarta. Los partidos nunca llegaron a peligrar para el serbio, pero no se puede decir que haya tenido una gran piedra de fuego para calibrar sus sensaciones hasta los cuartos de final, donde se volverá a medir a Matteo Berrettini, al que ya batió en Roland-Garros y la gran final de Wimbledon.

Las dudas sobre la solidez del juego de Djokovic han empezado a asaltar a unos aficionados que están viendo savia nueva en Nueva York, como por ejemplo Carlos Alcaraz, o a jugadores que ya saben lo que es hacer sufrir y ganar al balcánico en un excelente estado de forma, como Daniil Medvedev o Alexander Zverev. Junto a la presión extra que recae sobre sus hombros, puede resultar un cóctel explosivo de cara a alcanzar su principal objetivo, levantar el trofeo el domingo 12 de septiembre en la Arthur Ashe ¿o no?

Las inseguridades que recaen sobre la figura del serbio no son nuevas ni mucho menos este año, en el que no ha desarrollado su mejor juego en los grandes salvo cuando ha sido estrictamente necesario. Llegando al ralentí, superando rondas con el esfuerzo justo y desarrollando su mejor tenis a la hora de tener en frente la posibilidad de levantar el título, demostrando una vez más que tiene su instinto intacto.

En el Open de Australia sobrevivió en tercera ronda a un duelo a cinco sets frente a Taylor Fritz, después de que el serbio se hubiera puesto con dos sets de ventaja. También cedió un set en octavos (Raonic) y en cuartos (Zverev), pero cuando tuvo que hacerlo, se puso el mono de trabajo, acabando tanto la semifinal contra Karatsev como la final frente a Medvedev en tres mangas. En Melbourne, también hubo voces que dudaron de Novak.

En su paso por Roland-Garros tuvo que afrontar una desventaja de dos sets en contra ante Lorenzo Musetti en los octavos de final. Tras igualar el partido, el italiano tuvo que abandonar en el quinto por problemas físicos cuando marchaba 4-0 el número uno y prácticamente nadie pensaba que pudiera batir a Rafa Nadal en semifinales, pero lo hizo. Y también supo sufrir en la final ante Stefanos Tsitsipas, levantando el título.

En Wimbledon también se dejó un set en primera ronda, sembrando dudas con su juego, ante el británico Jack Draper (nº 253), pero acabó siendo el justo y merecido campeón en el All England Club igualando los veinte grandes de Nadal y Federer.

La historia se repite, con un Novak Djokovic que, o no ha sentido o no ha necesitado, su mejor tenis para alcanzar los cuartos de final. Pero es precisamente este momento, con únicamente tres partidos para llegar a su objetivo, su presa, el título de campeón del US Open, cuando sacará a relucir todo el juego que atesora su raqueta, en su lucha por convertirse en el mejor tenista de todos los tiempos.