US Open 2019: Tras la gloria en Nueva York, las ATP Finals son el último reto pendiente para Nadal

Son días de recuento, de calibrar hasta qué punto es y estar a tan sólo uno de Roger Federer. Rafa Nadal siguió escribiendo su historia la semana pasada en el US Open 2019, una historia que supone un capítulo por sí mismo en la historia dorada del tenis mundial, pero no por ello va a dejar de buscar seguir ampliando su leyenda. En dos meses podrá saldar una de las pocas cuentas pendientes que tiene dentro del circuito ATP: las Finals de Londres, anteriormente conocida como Copa de Maestros.

El torneo que reúne durante una semana a las ocho mejores raquetas del año ha sido esquivo para el balear, no tanto por la superficie en la que se disputa (pista dura), sino por el momento del año en el que se produce, en pleno mes de noviembre, cuando las piernas de los tenistas están al límite, algo que ha marcado en más de una ocasión la no presencia del balear en la cita de maestros.

Desde que hizo su primera aparición en 2006, ya encaramado a los puestos nobles de la clasificación ATP, Nadal se ha perdido en cinco ocasiones el torneo que ensalza a los mejores (2008, 12, 14, 16 y 18) por diversas molestias físicas. En otras ocho ocasiones sí ha podido estar presente en Shanghái y Londres, las dos ciudades que lo han organizado desde 2005. La resistencia de las ATP Finals hacia el mallorquín se pone de manifiesto cuando se aprecia que el actual número dos del mundo ha caído eliminado más veces en la fase de grupos 2009, 2011 y 2017) que en la final, a la que sólo ha accedido en dos ocasiones (2010 y 2013).

Cuando más cerca estuvo de coronarse como maestro de maestros fue en 2010, su año de mayor dominio, con tres títulos del Grand Slam (Roland Garros, Wimbledon y US Open). Aquel año se cruzó con Roger Federer en la final, después de que ambos solventaran sus respectivos grupos con pleno de victorias (Nadal derrotó a Novak Djokovic, Tomás Berdych y Andy Roddick) y sus respectivas semifinales. Federer llegó mucho menos exigido al haber ganado sus cuatro partidos en dos sets, mientras que Nadal jugó tres mangas contra Roddick y, sobre todo, contra Andy Murray, en un duelo en el que necesitó dos tie breaks ante el escocés. En la final consiguió llevar a Federer por primera vez al tercer set, pero no le tembló la mano al helvético para terminar ganándole por 3-6, 6-3 y 1-6.

Tuvieron que pasar tres años para que Nadal volviera a pelear por el título en Londres, y esta vez pudo vengarse de Federer en la semifinal al derrotarlo por 7-5 y 6-3. En la final se cruzó con Novak Djokovic, que había tenido mayor desgaste en los partidos previos, pero apenas tuvo opción en un duelo finiquitado en dos sets por el serbio (6-3 y 6-4), dejando de nuevo al balear con la miel en los labios.

El escenario de 2019, visto lo visto en el US Open, es más que prometedor para Nadal. Djokovic y Federer, los otros dos miembros históricos del Big Three, se marcharon eliminados con molestias físicas, y el resto de rivales que se fue cruzando Nadal por el camino hacia su cuarto título en EE. UU. no mostraron capacidad para competir de tú a tú con una de las versiones del mallorquín más afiladas desde el punto de vista físico. Tan sólo Daniil Medvedev fue capaz de porfiarle el triunfo en una final para la historia que rozó las cinco horas, perfilándose el ruso como el gran rival a día de hoy, toda vez que Matteo Berretttini o Diego Schwartzman compitieron bien durante un set para luego ser superados en todos los aspectos por Nadal.

A día de hoy ya hay : Nadal, Djokovic, Federer y Medvedev, todos ellos gracias al buen rendimiento que han mostrado durante el año natural, especialmente en los torneos del Grand Slam. De cerrarse hoy la clasificación para el torneo, el octeto lo completarían Dominic Thiem, Stefanos Tsitsipas, Roberto Bautista y Kei Nishikori, todos ellos de caminar discreto por el US Open. Un paso por detrás están Matteo Berrettini (al alza tras llegar a semifinales), Alexander Zverev y dos viejos conocidos de la Copa de Maestros, David Goffin y Gaël Monfils.

Los últimos Masters 1000 del año despejarán la incógnita sobre quiénes intentarán discutirle a Nadal un cetro que hasta el momento nunca consiguió y que le serviría para completar una carrera legendaria.