Tenis - US Open 2022 | El análisis de Fernando Gómez: El 'Last Dance' de Serena Williams antes de su retirada
Publicado 27/08/2022 a las 20:54 GMT+2
Este es el tercer y último artículo que escribimos con motivo de la anunciada retirada de Serena Williams cuando concluya su participación en el US Open, que comenzará para ella en el primer encuentro de la sesión nocturna del lunes 29 en la pista Arthur Ashe frente a la montenegrina Danka Kovinic. Comenzamos haciendo referencia de nuevo al número 23.
Serena Williams bei den US Open 1999
Fuente de la imagen: Getty Images
Veintitres son los títulos de Grand Slam individuales que ha conseguido nuestra protagonista y que la colocan a solo uno de la marca que no ha podido igualar de la australiana Margaret Court, aunque esta los repartió entre la era aficionada y la profesional, iniciada en 1968, con 13 y 11 respectivamente. Lo que equivaldría a considerar, sin duda, a Serena como la jugadora más galardonada no solo del siglo XXI, sino también del tenis profesional.
La siguiente tenista en activo con más títulos de dos semanas es su hermana mayor Venus, que dejó la cifra de 7 cuando ganó en Wimbledon por quinta y última vez en 2008. Serena sorprendió al conquistar el primer Major antes que su hermana en Nueva York en 1999. Cuando ganó el segundo, en Roland Garros 2002, en el inicio del llamado Serena Slam, del que hablamos en el anterior artículo, su hermana ya tenía 4 (fue campeona y defensora del título en Wimbledon y en el US Open de 2000 y 2001). A la conclusión en el Abierto de Australia de 2003 de esas cuatro finales de Grand Slam seguidas en las que la hermana menor pudo con la mayor, Serena ya dominó para siempre a Venus en el número de grandes éxitos individuales.
Cuando Serena Williams ganó en 2008 el US Open por tercera vez al derrotar a la serbia Jelena Jankovic alcanzó los nueve títulos de Grand Slam y superó el registro de la francesa Suzanne Lenglen y de la noruega nacionalizada estadounidense Molla Bjurstedt Mallory, que conquistó sus 8 en Estados Unidos entre 1915 y 1926. Al ganar en 2009 en Melbourne por cuarta vez Serena, tras imponerse a la rusa Dinara Safina, llegó a los dos dígitos de Majors, con lo que también quedaron atrás la nacionalizada estadounidense que compitió antes por Yugoslavia Monica Seles y la también estadounidense Maureen Connolly, que repartió sus nueve logros en los cuatros escenarios.
La siguiente referencia en la escalada de Serena la suponía Billie Jean King, la mujer que más hizo por la igualdad entre mujeres y hombres en el deporte de la raqueta. La estadounidense también repartió en los cuatro torneos sus 12 títulos, pero la mitad de ellos llegaron en Wimbledon. En la actualidad da nombre a la Copa Federación. La menor de las Williams la igualó en Australia 2010 al defender el título del año anterior frente a la belga Justine Henin, que se retiró con 7 Grandes, y la superó aquel mismo año al convertirse en tetracampeona de Wimbledon, tras imponerse en el encuentro de la definición a la rusa Vera Zvonareva. En ese momento nueve de las últimas once vencedoras en Londres se apellidaban Williams.
Con sus 13 trofeos de Grand Slam individuales amarrados, Serena comenzó a mirar a los 18 compartidos por sus compatriotas Martina Navratilova, aunque comenzó jugando para Checoslovaquia, y Chris Evert, que protagonizaron la mayor rivalidad de la historia del tenis, con 59 duelos, 37 dominados por Navratilova, pero con una relación de amistad fuera de las pistas que todavía se mantiene. Serena llegó a la cifra de 18 cuando ganó por sexta y última vez en Nueva York en 2014 a su buena amiga, la danesa Caroline Wozniacki. Desde entonces nadie ha defendido el título en el último Grand Slam del curso, que ha registrado seis campeonas distintas en sus últimas siete ediciones. Alcanzó los 19 al inicio de su gran temporada de 2015. En la final de Melbourne Park pudo con la rusa Maria Sharapova. Con este triunfo ya igualó la marca de la menos conocida estadounidense Helen Wills Moody. La dejó atrás al derrotar en la final de ese mismo curso en París a la checa Lucie Safarova. Ya estaba entre las tres primeras. El siguiente objetivo era el de la alemana Steffi Graf, con 22 entorchados. La igualó en el momento en el que se convirtió en heptaganadora de Wimbledon en 2016 contra otra germana, Angelique Kerber, como subcampeona en Londres.
Enero de 2017. Australia. El tenis regala a los aficionados dos finales que parecen de tiempos pasados. El día anterior de la victoria del suizo Roger Federer en cinco sets sobre Rafa Nadal, el 28 de enero, las hermanas Williams se vuelven a citar en el partido número 127 del cuadro individual femenino de aquel año. La victoria de Serena, que juega embarazada de la sobrina de la derrotada, supone llegar a 23 títulos, uno más que Graf y a solo uno de Court. No era fácil imaginar que más de cinco años y medio después esa cifra permanecería y menos después de que Williams haya disputado cuatro finales de Grand Slam más, en las que no ha sido capaz de adjudicarse ni una sola manga. Hasta ese momento, Serena solo había salido derrotada en seis de las 29 finales de Majors que había jugado y solo una vez dos seguidas (en Australia y Roland Garros 2016, frente a Kerber y Garbiñe Muguruza, respectivamente). La primera de las cuatro oportunidades perdidas para llegar a 24 fue de nuevo ante Kerber en Wimbledon 2018, que dio la vuelta a lo que había ocurrido en el mismo césped dos años antes. Serena no tuvo ninguna opción y fue derrotada por un doble 6-3. No necesitó esperar mucho para la siguiente oportunidad. Llegó al final del verano en Nueva York, donde se presentó a su novena final en la que al mismo tiempo buscaba convertirse en vencedora siete veces como en Australia y en Wimbledon, pero Serena acabó desquiciada con el árbitro portugués Carlos Ramos al que llamó ladrón y mentiroso después de haberla sancionado con un juego por su comportamiento tras haberla amonestado por recibir instrucciones no autorizadas de su entrenador, el francés Patrick Mouratoglou. Serena perdió los nervios, se excedió, acusó al juez de silla de ser machista con ella y solo hizo 6 juegos en toda la final ante la tímida japonesa Naomi Osaka, que vio alterada la que era su gran noche.
Serena lo volvió a intentar en 2019 y llegó de nuevo a las finales de Wimbledon y del US Open. En la primera de nuevo resultó anulada y en esta ocasión tan solo sumó cuatro juegos ante la rumana Simona Halep. No solo llegó su tercera derrota consecutiva en una final de Grand Slam por primera vez, sino que no había ganado ningún set y cada vez se había quedado más lejos de la victoria. La cuarta y última ocasión le llegaba otra vez en la pista Arthur Ashe y frente a una debutante más en una final de esa altura. Tampoco pudo ganar un parcial a la canadiense Bianca Andreescu, que se impuso por 6-3 y 7-5. Ahí terminaron las oportunidades para Serena Williams, que el año siguiente en su última segunda semana de un Grande cedió en semifinales en Nueva York ante la bielorrusa Victoria Azarenka, que giró un marcador de 6-1 adverso en el primer set.
Serena, ha sido un placer seguir tu espectacular carrera desde el inicio hasta el final, narrar tus partidos y escribir sobre tu huella. Mucha suerte en el futuro. Para mí eres la más grande que he visto.
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