Wimbledon 2021 | Las dudas de Garbiñe Muguruza

No era un compromiso ni mucho menos sencillo el que tenía Muguruza por delante frente a la tunecina, que se había convertido hace dos semanas en la primera africana en ganar un título a nivel WTA. El hecho de que lo consiguiera en la hierba de Birmingham ya hacía presagiar que esta superficie le viene muy bien a su juego. Toda una maestra del golpe cortado y las dejadas hizo trizas la confianza de Garbiñe a partir del segundo set, poniendo en muchos apuros a la ganadora en 2017 y finalista en 2015 en el All England Lawn Tennis Club.

Pero Wimbledon siempre ha sido un lugar mágico para la caraqueña, donde tenía muchas esperanzas de reconducir la situación, sobre todo tras la dura derrota en primera ronda de Roland-Garros ante la ucraniana Marta Kostyuk. Las sensaciones en los dos primeros compromisos no podían haber sido mejores, pero tras un gran primer set, con algunos altibajos, pero dominando desde el fondo de la pista, Garbiñe perdió el toque con su derecha, no encontró apoyo en su primer servicio y acabó a merced de lo propuesto por una impredecible Jabeur que la trajo por el camino de la amargura.

"He tenido tantas oportunidades en este partido que es un poco decepcionante, porque no las he aprovechado. Tengo que mejorar para jugar mejor en esos momentos”, aseguraba una abatida Muguruza, sin terminar de encontrar la razón por la cual pasó de ser atacante y dominadora, a ceder el control de los peloteos y el juego ofensivo a su rival. “Especialmente en el segundo set he sentido que tendría que haber dominado más y coger ventaja”.

El bajón de Garbiñe fue aprovechado por una tenista que está en estado de gracia y que, con el viento a su favor, se convierte en una de las más peligrosas dentro del circuito. Muguruza necesita del control de la pista, golpeando en estático con su derecha y revés plano, apoyándose en la agresividad de su servicio, pero de golpe y porrazo tuvo que correr hacia las dejadas de la tunecina a la red, dejó de buscar moverla y fue ella la que iba de lado a lado y se encontraba a merced de Jabeur.

"No he sentido el calor, la verdad. Han sido dos horas y media de un partido muy intenso con mucho movimiento. No me he encontrado del todo bien en el tercer set y hubo momentos en los que no me movía cómoda por la pista. Eso no ayudó a que jugara con más libertad y más fresca", prosiguió con el análisis Muguruza que vive dentro de un mar de dudas en la mitad de un 2021, que no había comenzado mal para ella, con grandes sensaciones en el arranque de la gira australiana, levantando el título en Dubái. Los problemas físicos y su actuación en Roland-Garros, le sacaron de la senda.

No le queda otra que seguir trabajando a Muguruza y repasar un duelo donde tuvo de todo, pero que tenía dominado en el primer set y dejó escapar, “voy a trabajar en esos puntos clave y en la determinación para cerrar ahí. Quiero volver a ver este partido”. A buen seguro que el choque contra Jabeur le servirá de mucho para el futuro.