Wimbledon 2016, Djokovic-Querrey: La quimera de batir al 'Invencible' (16:00)

Novak Djokovic sigue elevando listones allá por donde pasa. Después de conquistar Roland Garros y ser el vigente campeón de todos los torneos grandes del circuito tenístico, el serbio alcanzó la desorbitada cifra de 30 victorias consecutivas en torneos del Grand Slam, algo jamás logrado por nadie en la era Open. La tiranía que ejerce el número uno del mundo es de tal magnitud que muchos en el circuito comienzan a llamarlo el Invencible.

Incluso las leyendas empiezan a arrodillarse ante el tenista de Belgrado. Nick Bollettieri se asomó por su rueda de prensa posterior al duelo ante Adrian Mannarino y le halagó públicamente asegurando que no había nada en su juego que pudiera ser considerado una debilidad, ante el sonrojo del propio Djokovic, que tiene en muy alta estima a los jugadores que marcaron una época en el pasado (como ya demostró tras ganar Roland Garros dibujando un corazón sobre la tierra batida en homenaje a Gustavo Kuerten).

En el camino imparable de Djokovic hacia el que sería su tercer Wimbledon consecutivo (cuarto en total sumando el conquistado en 2011) se cruza ahora el estadounidense Sam Querrey. El de San Francisco pertenece a la estirpe de sacadores estadounidenses en la que brilla con luz propia John Isner, pero no parece ser el elegido para poder derrocar a Djokovic ni frenar su extraordinaria racha de victorias basándose únicamente en el saque.

A pesar de esta desventaja sobre el papel, aún quedan figuras del tenis que creen posible desarmar un tenis que roza la perfección. Pat Cash, ganador de Wimbledon en 1987, escribió recientemente en una columna en el diario The Times que Querrey y el resto de jugadores deberían consultar si quieren tener alguna mínima opción de superar a Nole. En ella, la leyenda australiana asegura que “hay dos golpes en el juego de Djokovic que sencillamente no alcanzan los mismos estándares supremos del resto de su armadura: el primero es la volea [y el segundo] su ejecución del smash”.

Además de este despiece de su tenis, Cash cree que la clave con Djokovic es no dejarle respirar, pues en el momento en el que se le da una mínima opción termina destruyendo al rival, como le sucedió a Mannarino en segunda ronda: “La clave es atacarlo pronto e intentar ganar el punto antes de que se produzca el intercambio”. Este consejo le viene como anillo al dedo a Querrey, pues se adapta a su estilo de juego agresivo. El Djoker, por su parte, seguirá intentando pulir estas pequeñas aristas de su tenis para convertirse cada vez más en ese Invencible que muchos empiezan a ver con resignación.