Wimbledon 2018, Del Potro-Nadal: Matrícula en sufrimiento (5-7, 7-6(7), 6-4, 4-6 y 4-6)

Juan Martín del Potro. De menos a más. Comenzó perdiendo el primer set, y esto hizo presagiar que íbamos a vivir un partido parecido al que se vivió en París hace poco más de un mes. Con el paso del tiempo se fue creciendo. Empezó a sacar con mayor porcentaje de primeros y sometió a Nadal en dos sets consecutivos. En el último set cometió el despiste que le costó un break y a pesar de que lo peleo no pudo levantarlo. A pesar de la derrota demostró que está de vuelta y que está por mérito propio entre los 5 mejores en el ranking ATP.

Rafa Nadal. Vivió su partido más complicado en lo que llevamos de Wimbledon. Comenzó con una gran seguridad y concentración. Perdonó en el segundo set y esto ayudó al crecimiento en pista de Del Potro. No pudo detener al argentino en el segundo y tercer set, pero en el cuarto mostró un gran nivel de tenis en el momento necesario y consiguió romper al argentino. En el quinto set demostró porque es el número uno y se impuso en un épico set, para ganar un partido que bien podría haber sido la final de Wimbledon. Ahora le espera una semifinal 7 años después.

Fue en 2011, hace ya 7 años, cuando la hierba del All England Club vio por última vez a Rafa Nadal en unas semifinales de Wimbledon. El año anterior había ganado su segundo Wimbledon y en esa ocasión acabó derrotado en la final por Novak Djokovic, su rival en estas semifinales.

Rafa va de menos a más, conforme pasan los rivales y la dificultad crece, se puede comprobar como el manacorí se ve más seguro con su saque y, sobre todo, como domina en pista cuando le toca restar. Que Rafa estaba de vuelta ya lo sabíamos desde hace tiempo, mucho más desde que se volvió a coronar en la tierra de París. Pero tras las molestias que apartaron a Nadal de la gira de hierba antes de Wimbledon, habían generado dudas de cómo llegaría al tercer Grand Slam de la temporada. Pero ya no hay dudas que valga, Rafa Nadal va directo a por su tercer Wimbledom.

En esta enésima resurrección del español, una de las personas que más lo está sufriendo es Juan Martín del Potro. El argentino, que también está en proceso de vuelta al más alto nivel del tenis mundial, sufrió a Rafa en semifinales de Roland Garros y ahora en cuartos de Wimbledon, en dos partidos completamente diferentes.

Comenzó el encuentro con un intercambio de juegos donde los dos tenistas desplegaban sus armas en el saque dejando sin opciones al rival. Pero en este panorama había una diferencia entre los dos tenistas. Mientras que Rafa cerraba sus saques sin que Delpo le exigiera ningún momento de aprieto, al contrario había juegos en los que Rafa se asomaba al break. Sobre todo, Rafa tuvo la oportunidad de romper el saque del argentino en el cuarto saque de Juan Martín. Al final el número 4 del mundo consiguió ganar el juego. Pero como si fuera midiendo los tiempos, como si en su cabeza estuviera tramando un plan, fue en el último saque del argentino cuando Nadal dio un golpe sobre la mesa y rompió el servicio de Del Potro y como consecuenciam se hizo con el primer set del encuentro

A pesar del palo psicológico, Del Potro no se vino abajo y siguió mostrando un gran nivel de tenis, con derechas que exigían a Rafa. Pero Nadal seguía a lo suyo, a ganar su saque con una superioridad innegociable, y si alguien no rompe un saque durante un partido es imposible ganar. Y esa era la montaña que no podía escalar el argentino. Pero fue con el 4-4 fue el propio Nadal el que puso un ascensor al Del Potro para que pudiese escalar esa montaña, y con dos errores regaló un break que le ponía contra las cuerdas. Pero fue en ese momento, cuando Nadal sacó la garra que distingue a los campeones del resto de humanos, y consiguió dominar al gigante argentino y poner el 5-5. Se llegó al tie break, y Rafa mostró que iba a por el set, todo hacía presagiar que lo tenía controlado, pero fue ahí cuando emergió la figura del argentino que remontó tres bolas de sets y terminó haciéndose con la segunda manga.

En el tercer set los papeles se cambiaron. Ahora era Del Potro el que mostraba seguridad y superioridad, el argentino estaba completamente cómodo, como el que anda por su casa en ropa interior. Eso se reflejaba en un Nadal con mala cara, al que siempre le tocaba remontar desde el principio. Juan Martín seguía sacando como a la perfección, todas las derechas que intentaba le salían, y enfrente un Nadal que a pesar de buscar el revés del argentino, no conseguía hacer daño. El break no tardó en llegar. El argentino sometió a Rafa con el 5-4 y ese break significó un nuevo set para Delpo. Las cosas se ponían feas.

El comienzo del cuarto set seguía el guion del final del anterior, pero hubo un momento, un instante, en el que Del Potro bajó el nivel y comenzó a escurrirse por el césped del All England Club. En ese momento Nadal comenzó a crecer, a florecer, a exigirle mucho más a Juan Martín y consiguió el break cuando el marcador iba 2-2. Del Potro apretó, pero Nadal se dedicó a hacer su trabajo, no esforzarse demasiado cuando sacaba el argentino y dedicarse concienzudamente en ganar su saque. De esta manera consiguió el set y forzó el partido al quinto set.

Las armas estaban en todo lo alto. Los dos tenistas lo habían dado todo para llegar hasta ese momento, y ninguno de los dos iba a vender barata la victoria. Con la máxima igualdad, los dos tenistas defendieron su saque de manera épica, y fue aquí cuando el público pudo disfrutar de auténticos puntazos. En un escenario de tanta igualdad, no se puede bajar el nivel, y ese fue el error que cometió Del Potro en su tercer servicio del quinto set. El argentino comenzó el juego dubitativo, algo pesado de piernas, y Nadal olió eso como un tiburón que huele sangre. Nadal consiguió el break y a partir de ahí tuvo que realizar un gran ejercicio de "resistencia numantina". Al final tras más de 4 horas y 45 minutos, Nadal pudo dejar de jugar al tenis, había vencido a Del Potro en un duelo brutal.

Ahora le espera Djokovic en la semifinal, el último jugador que fue capaz de vencerle en una ronda tan avanzada de Wimbledon. No se sabe los partidos que le quedaran a Rafa en esta edición de Wimbledon, ni como afectará el desgaste de este último partido, pero lo que se ha dejado Nadal claro sobre la hierba de Londrés es que para ser campeón hay que saber sufrir, y de eso él sabe un rato.