El análisis de Fernando Gómez: La historia espera ahora a Novak Djokovic

Los ejemplos están ahí. En 1981 el estadounidense John McEnroe ganó su primer título, tras imponerse a quien le había derrotado en la final del año anterior, Bjorn Borg. Con este triunfo impidió que el sueco se convirtiera en el primero en ganar seis ediciones seguidas en el siglo XX. Lo había hecho William Renshaw entre 1881 y 1886. Esa victoria de McEnroe, unida a la nueva al final del verano en el US OPEN sobre Borg, supuso la retirada de este solo con 26 años. No le motivó pelear por recuperar la hegemonía de la que había disfrutado.

Se compararon estas dos finales seguidas en Wimbledon con las dos últimas de las tres consecutivas que enfrentaron en Londres al suizo Roger Federer con Rafa Nadal. En la última, la de 2008, el balear logró por fin coronarse campeón cuando la noche se echaba encima. El helvético se quedó también a las puertas de su sexto título consecutivo en la Catedral del tenis. No fue el final de su carrera ni mucho menos. De hecho, Federer es el único competidor masculino que ha levantado ocho veces el trofeo de Wimbledon. Pero sí pasó un verano duro y de inseguridad de resultados, Juegos Olímpicos de Pekín incluidos (sí conquistó la medalla de oro en dobles junto a Stan Wawrinka). El consuelo, quizás solo parcial, le llegó también en el US OPEN al ganarlo por quinta y última vez.

De lo que no logró recuperarse fue de lo que se sucedió en la final de Wimbledon de 2019. Tuvo dos puntos de partido para derrotar a Djokovic, juntos y con su servicio, pero no los aprovechó y acabó cediendo al final del tie-break jugado tras el empate a 12 juegos en el quinto set. Es la final más larga del torneo, con 4 horas y 57 minutos, y el último gran encuentro disputado por Federer, que tras la secuencia de lesión, pandemia mundial y nuevos problemas físicos se retiró en septiembre de 2022 durante la Copa Laver de Londres.

Ahora se dirigirán las miradas a Djokovic. Es mucho lo que Alcaraz le impidió ganar o le paró este 16 de julio. Empezando por empatar con Federer como únicos campeones ocho veces (detrás de las 9 de la nacionalizada estadounidense Martina Navratilova) del torneo. Siguiendo porque le impidió extender hasta 24 los títulos de Grand Slam, con lo que hubiera abierto una brecha de dos con Rafa Nadal y habría igualado el registro absoluto de la australiana Margaret Court. De haber vencido el de Belgrado hubiera vuelto a ilusionarse, como en 2021, con la posibilidad de ser el primer hombre en hacer el Grand Slam, es decir, ganar los cuatro Majors el mismo año desde que lo lograse el australiano Rod Laver por segunda vez en 1969. El murciano de El Palmar hizo todo esto y bastante más. Fue el primer jugador que ganó un quinto set en Wimbledon a Djokovic en más de 17 años (Mario Ancic, cuarta ronda de 2006). el primero que le gana en un partido acabado tras perder el primer set (Nadal lo hizo con retirada del serbio en la semifinal de 2007). Alcaraz fue también el primer número 1 reinante que derrotaba a Djokovic desde el Masters de 2016 (el británico Andy Murray) y en Grand Slam desde la final de Roland Garros 2014 (Nadal). Y para concluir dos cuestiones de edad. De haber vencido Nole sería, con 36 años y 56 días, el campeón de más de edad de Wimbledon. Sin embargo, Alcaraz es el tercer vencedor más joven y el primero que ha ganado nacido después de Djokovic (22-5-1987).

Así pues, las miradas puestas en Djokovic. A ver cómo digiere el contratiempo el serbio. Cuando se levante escucharemos "al servicio Novak Djokovic". Será su turno de nuevo. Le estamos esperando para ver qué tiene que decir.