WTA Cincinnati (semifinales), Pliskova-Muguruza: La venganza más dulce 3-6 y 2-6

Karolina Pliskova. La número uno mundial se encontró a merced de Muguruza durante todo el partido. Sin poder dominar con el servicio, donde es una de las mejores jugadoras del circuito, no encontró las armas necesarias para superar a una crecida Garbiñe, que evitó la derrota del año pasado en este mismo escenario.

Garbiñe Muguruza. Si en los partidos anteriores de cuartos y octavos de final, tuvo que irse hasta el tercer y definitivo set ante Svetlana Kuznetsova y Madison Keys, la superioridad de la española en esta ocasión fue manifiesta, dejando sin argumentos a la número uno mundial. consistencia con su servicio, golpes profundos y ganadores y una mentalidad superior, que la convierten en la gran favorita para levtantar el título en Cincinnati.

Totalmente decidida y con la mentalidad necesaria para afrontar un partido de estas características. Así entró Garbiñe Muguruza en un partido en el que en el primero juego del mismo, llegó a contar hasta con cuatro bolas de rotura para finalmente certificar el break. Con el marcador a favor, todo fue de corrido para la española, que va creciendo en su estilo, con una gran confianza después del título en Wimbledon y puso completamente contra las cuerdas a la número uno mundial, Karolina Pliskova.

Fueron pocos los juegos en la primera manga donde la checa no tuvo que defenderse de las acometidas de Garbiñe, que mostraba su mejor cara del torneo en la reedición de las semifinales del curso pasado. Pliskova no reaccionó, es más, cedió por completo la primera manga con un segundo break, con la mente ya puesta en cómo poder sacar adelante un choque con la caraqueña en plena forma (3-6).

Le tocaba apretar a la número uno mundial, que encontró en el inicio del segundo set, su mejor tenis del partido. A pesar de presionar y contar con hasta tres bolas de rotura en el juego inicial, que se fue casi hasta los diez minutos de duración, no consiguió la tan ansiada rotura que pudiera dar la vuelta a la situación, lo que provocó que los errores fueran volviendo a hacerse presa de su estilo.

Con un nuevo break Muguruza acabó por enderezar la situación, metiéndose con una comodidad que para nada era esperada ante una rival a la que solamente había conseguido ganar en una ocasión, allá por el año 2013 en Roland Garros. La tenista española disputará la final ante la ganadora del partido entre la rumana Simona Halep y la estadounidense Sloane Stephens.