WTA Elite Trophy, Sevastova-Muguruza: A semis con garra (7-6(4), 2-6 y 6-7 -1-)

Anastasija Sevastova. Consistente desde el fondo de la pista, tuvo que ser tratada por unos problemas físicos entre el segundo y el tercer set. Eso no mermó el carácter luchador de la letona, que llegó a contar con tres oportunidades de poder cerrar el partido. No lo hizo y en el desempate de la tercera manga se vino abajo, cediendo a Garbiñe el hecho de meterse en semifinales.

Garbiñe Muguruza. Por momentos bloqueada, enfada con su técnico y algo fuera de sí, lo que es cierto es que en esta ocasión en ningún caso se desconectó del partido. La española fue consistente en su juego, y encontró el dominio a base de golpes profundos y potencia. Supo sufrir cuando todo estaba perdido en el tercer set y acabó rematando la faena en el tiebreak. Un duelo que a buen seguro le servirá para reforzar la moral de cara a afrontar las semifinales.

Una montaña rusa de emociones. Así se puede definir el partido de Garbiñe Muguruza, que pasa del dominio absoluto, al enfado con su entrenador, a la frustración por un fallo fácil en la red, regresando nuevamente a la alegría por cerrar un break importante. Su duelo ante Sevastova iba a tener de todo un poco y como muestra una primera manga, donde la letona se impuso por mínimos detalles en el desempate.

Era Sevastova la que ponía tierra de por medio con una rotura, pero la insistencia de la española le permitía volver a meterse de lleno en la batalla de un set que se iba por encima de la hora de duración. Fue en el desempate donde se vio a la Muguruza menos serena del partido, fallando más de la cuenta y sirviendo en bandeja a su rival una igualadísima primera manga (7-6(4)).

Mientras tanto, Muguruza ya se las había vuelto a tener tiesas con Sam Sumyk, que intentaba calmar en uno de los descansos a su pupila, visiblemente enfadada con su juego. Pero en esta ocasión, lejos de venirse abajo, empezó una fase del partido en la que fue la dueña y señora de la pista. Su fortaleza desde la línea de fondo iba a ser clave para que tomara ventaja con dos roturas (0-5) y encarara con mejor ánimo el resto del choque.

Tras un susto en forma de break de Sevastova, Garbiñe cerró el set como un auténtico ciclón al resto, haciendo sufrir a su rival, que pedía la presencia del fisioterapeuta tras la conclusión del parcial, un momento en el Sumyk volvía a hablar con la española, alabando, en un tono más sosegado de su pupila, su reacción sobre la pista de Shuhai. El partido estaba más vivo que nunca y el premio era alcanzar las semifinales (2-6).

El duelo entró en una fase de igualdad absoluta, donde Sevastova pareció digerir bien el golpe de ver el partido empatado, con un dominio más claro de Muguruza desde el fondo de la pista. La letona volvía a diferencia con una rotura inicial y tras una fase de alternancia, llegó a contar con tres bolas de partido para haber cerrado su pase a semifinales.

Pero en ese momento, y al contrario de lo que podía esperarse a tenor de los problemas de confianza que han mermado el juego de Muguruza este año, la española floreció cuando se vio con el agua al cuello, y mostró su mejor cara en el partido. No estaba todo perdido y forzaba un nuevo desempate, donde en esta ocasión iba a ser un auténtico vendaval. Solamente un punto pudo hacer Sevastova ante una Garbiñe desatada, cerrando su pase a las semifinales del WTA Elite Trophy.