El blog de Murciego: Indian Wells, el torneo indefendible

Hace un par de días nos llegaba la noticia de que Elena Rybakina causaba baja de última hora en el WTA 1000 de Indian Wells 2024 tras haber caído enferma por razones todavía sin especificar. ¿Ausencia dramática para el torneo? No es para tanto, aunque hablamos de la vigente campeona. Tras criticar una vez más su parte de lesiones y reubicar algunos nombres en el cuadro, los grandes analistas sacaron a relucir rápidamente una de esas estadísticas curiosas que tanto suelen llamar nuestra atención. ¿Por qué es tan difícil revalidar la corona en California? ¿Qué tiene este lugar que parece imposible encandelar dos títulos de manera consecutiva? Tras escuchar estas afirmaciones, nuestra labor era acudir directamente al palmarés histórico para dar una explicación a esta divertida maldición. No será tarea fácil.

Desde 1989 que se viene celebrando el torneo femenino en Indian Wells –dieciséis años más tarde que los hombres–, suficiente recorrido para dejar unos cuantos apuntes a estudiar. Por ejemplo, que solamente una vez pudimos ver a una española levantar el trofeo de campeona, así lo lograba Paula Badosa hace tres temporadas para inscribirse en la lista de 34 campeonas que se han consagrado en algún momento en este evento. Es aquí donde llega el dato que nos vuelve locos: solamente una de esas 34 campeonas consiguió regresar doce meses después a defender su trono. Unas cuantas repitieron su idilio con el desierto estadounidense, nombres como Victoria Azarenka (2012, 2016), Maria Sharapova (2006, 2013), Daniela Hantuchova (2002, 2007), Serena Williams (1999, 2001), Lindsay Davenport (1997, 2000), Steffi Graf (1994, 1996) o Mary Joe Fernández (1993, 1995), pero ninguna de estas mantuvo su invicto en calendarios corridos. ¿Entonces quién fue la única que obró el milagro? ¿Quién esa raqueta que demostró no ser flor de un mes de marzo?

La única e irrepetible Martina Navratilova, campeona en la segunda y tercera edición del torneo, derrotando en 1990 a Helena Sukova (6-2, 5-7, 6-1) y a Monica Seles al año siguiente (6-2, 7-6). Ella en aquel momento no lo sabía, pero quiso aquel doblete traer consigo una maldición para que la estadounidense ya no volviera jamás a la última ronda del cuadro, aunque mereció la pena teniendo en cuenta que tres décadas más tarde todavía seguimos esperando a una mujer que siga sus pasos. Mirando la ceremonia de trofeos temporada tras temporada, la que más cerquita se quedó del milagro fue Ana Ivanovic, campeón en 2008 tras fulminar a Svetlana Kuznetsova en la final (6-4, 6-3). Al año siguiente, de nuevo una rusa se cruzaría en su camino para definir la campeona, pero en esa ocasión Vera Zvonareva lograría vengar a su compatriota (7-6, 6-2) y evitar así que el espíritu de Navratilova se instalase en la pista central tanto tiempo después. Con la baja de Rybakina hace un par de días, tocará llamar a Martina y preguntarle cómo demonios consiguió mantener su hegemonía en Indian Wells durante más de un año completo.

Pero el dato solo ganará transcendencia si lo comparamos con el resto de paradas del circuito. ¿En algún otro torneo femenino ha sucedido algo similar? Actualmente, podemos confirmar que solamente existes DOS eventos donde jamás vimos una campeona defensora, situándose de esta manera por encima de la urgencia de Indian Wells. Unos son los Juegos Olímpicos, con la dificultad que atañe el reto teniendo en cuenta que son cada cuatro años –aunque ahí tenemos el caso de Andy Murray, capaz de hacerlo en el circuito masculino–. El otro caso, de índole más natural, es el del WTA 1000 de Beijing, una prueba que se celebra desde 2004 y que sí ha visto como Kuznetsova, Serena o Wozniacki repetían éxito en la cumbre, pero de momento ninguna lo hizo de manera consecutiva. Por lo tanto, observando estas tres cartas sobre la mesa, llegamos a la conclusión de que Indian Wells puede ser perfectamente el certamen femenino, de carácter anual, donde más difícil es reconquistar el campeonato. Lo que todavía no tenemos son los motivos.

Muchos lo estaréis pensando, lo sé. ¿En hombres pasa lo mismo? Pues no, desde luego en Indian Wells nunca se ha visto esa tendencia en el apartado masculino. Allí vimos defender su título a unos cuantos, empezando por Roscoe Tanner (1978-79) y siguiendo por Boris Becker (1987-88), Pete Sampras (1994-95), Michael Chang (1996-97), Lleyton Hewitt (2002-03), Roger Federer (2004-2005-2006) o Novak Djokovic (2014-2015-2016). Estos dos últimos, multiplicando la dificultad del desafío, enlazaron hasta tres coronas al hilo. Palabras mayores. A finales de semana sabremos si Carlos Alcaraz se una a esta lista o se queda fuera, en sus manos está firmar las cuatro victorias que a día de hoy le hacen falta para que Palm Springs siga manteniendo la misma regencia que en 2023.