Copa Masters, Plíšková-Muguruza: Surrealismo en estado puro (6-2, 6-7 y 7-5)

Garbiñe Muguruza: Un partido que fue una montaña rusa. La jugadora española supo reinventarse tras un inicio catastrófico. Lo hizo desde el orden táctico y gracias a las consignas de su entrenador Sam Sumyk. “Hazle jugar”, le insistía el técnico francés. Y no le faltaba razón. Plíšková empezó a correr de lado a lado. Y Muguruza pasó de dominada a dominadora. De cazada a cazadora. A un solo juego de completar una remontada redonda, colapsó. Se hundió. Perdiendo cinco juegos consecutivos y firmando un final surrealista.

Karolína Plíšková: Su poderoso servicio, su envergadura y su potente derecha recuerdan mucho a Maria Sharapova. Todo ello lo acompaña con una sangre fría y una templanza en su juego que ya hemos conocido en otras grandes jugadoras checas. Hoy lo demostró con una reacción poderosa en una situación límite. Lo hizo sin un solo aspaviento y desde la tranquilidad absoluta.

Solo hay una forma de parar el brutal juego de la tenista checa. Sacarla de la zona central de la pista y ponerla a correr. Y si no eres capaz de hacerlo el partido te lo pasas corriendo detrás de la pelota. Eso fue lo que le ocurrió a una Garbiñe Muguruza que desplegó un tenis pobre y con poca intensidad en el primer set (33 minutos).

Su reacción en la segundo manga fue meritoria. Los puntos eléctricos dieron paso a un juego más elaborado, donde la tenista española se sintió mucho más cómoda. Todo se igualó y el set se encaminó hacia un final de infarto. Una muerte súbita donde la jugadora española se hizo dueña de la pista cuando más lo necesitaba.

La última manga fue una dura prueba para Garbiñe Muguruza. Su ímpetu se adueñó de cada peloteo. Sin dudas y pletórica de confianza, la jugadora española se fue a por el partido en la red. Con todo en contra y prácticamente desahuciada, Karolína Plíšková tuvo una reacción impresionante. Recuperó su mejor versión, firmó cinco juegos consecutivos y completó una remontada tan impresionante como surrealista. Lo que le pasó a la tenista española fue digno de una película de Berlanga.

NUESTRA OPINIÓN: Garbiñe Muguruza tardará en olvidar este partido. Un duelo en el que mostró sus dos caras más antagónicas. La de una jugadora convencida de su juego y tremendamente poderosa de fondo de pista y la de una tenista a las que las dudas atoran y bloquean en algunas ocasiones.