Acaba octavo un triatlón tras recibir tres disparos de perdigón

El triatlón organizado en Posadas (Córdoba) este fin de semana quedó marcado por un incidente ajeno a la prueba que marcó el evento. Hora y media antes del inicio de la competición, Francisco Montiel estaba rodando en bicicleta en la zona cercana al inicio de la prueba cuando, según sus propias palabras al diario Marca, "escuché un estruendo, como una detonación y noté que me daban unos picotazos, como si me tiraran arena o piedras o incluso como si me picara una avispa. Pero no sabía para nada de lo que se trataba. Me di la vuelta con la bicicleta y vi unos perros que bajaban de la montaña y ya lo relacioné con un cazador".

Montiel pidió de manera prudente tras darse cuenta de la presencia del cazador ya que "no sabía si me volvería a disparar o también a los otros participantes". Algunos de estos triatletas, así como algnos espectadores escucharon también la detonación. "Había varias familias de triatletas que se estaban preparando y uno de ellos era Policía Nacional. Cuando oyeron la explosión creyeron que se trataba de una rueda, pero al verme hablar con el cazador el policía se dio cuenta y vino corriendo. Le pidió que soltase la escopeta y le diera el DNI. El cazador le pidió que se identificara al policía y este, posteriormente, le requisó el arma".

Finalmente, y tras ser atendido por la ambulancia de la organización, Montiel participó en el triatlón, finalizando en una más que meritoria octava plaza a juzgar con el modo en que había comenzado el día. Las palabras del médico, según explicó el triatleta, asustan: "El médico me dijo que el perdigonazo del pecho (a tres centímetros del pezón) iba directo al corazón".