Puerto Rico da la sorpresa

Brasil y Cuba fueron los protagonistas de la primera sorpresa parcial, ya que los campeones del mundo perdieron el primer set que disputaron en su estreno mundialista.

Los cubanos, mucho más centrados en el partido de inicio, no dieron muchas opciones a los campeones del mundo y, éstos, cuando se quisieron dar cuenta ya estaban en el banquillo recibiendo la reprimenda de su técnico por haber perdido el punto.

La reacción, claro, no se hizo esperar. Brasil se apuntó los tres siguientes sets con relativa facilidad y para evitar males mayores.

Puerto Rico dio la primera sorpresa del campeonato al derrotar a Argentina en un más que disputado partido, que tuvo que llegar al quinto set 19-25, 34-32, 28-26, 21-25 y 15-13, y en el que se acabó llevando el gato al agua.

Aunque sólo fuera por la experiencia, Argentina fue quinta en el último Mundial, jugado en su casa, mientras que Puerto Rico hacía su segunda aparición en la máxima cita internacional después de 32 años de ausencia, los blanquiazules eran favoritos.

El primer set se ciñó al guión preestablecido, con Argentina llevando la ventaja en el marcador y la iniciativa en el juego, sin embargo, el juego y el marcador se igualaron hasta el máximo. El 34-32 de la segunda manga habla bien a las claras de lo que ocurrió en 34 minutos de juego, no excelso ni de calidad, pero sí de emoción.

Cada equipo dispuso de sucesivos puntos de set, hasta que los boricuas consiguieron empatar el marcador. Ese punto les dio alas, sobre todo en lo moral y el tercer set, se volvieron a suceder los empates, las réplicas y contrarréplicas, los fallos y sus devoluciones de favores al rival.

El quinto y definitivo set volvió a ser un cara o cruz de aciertos y despropósitos de las dos selecciones que, esta vez, salió favorable a los puertorriqueños.

La selección de Venezuela se impuso con claridad ante la de Estados Unidos por 1-3, aunque perdió un poco los nervios en el segundo set, que acabó del lado de los norteamericanos.

Venezuela, desde el primer momento, demostró que la conjunción de sus líneas era mucho mayor que la de su rival, y en las transiciones defensa-ataque, cimentó el primer punto.

Bastó un tiempo muerto del seleccionador, el cubano Eliseo Ramos, y un par de cambios en defensa sacando a los hombres más altos, para que el bloqueo venezolano comenzase a funcionar y, por contra, el ataque de los del norte comenzara a encontrar dificultades.

En el resto de partidos hubo una relativa normalidad, con la selección de Japón jugando y venciendo ante casi 20.000 aficionados que llenaron las gradas del Saitama Super Arena, aunque tuvo que recurrir al desempate y casi a la épica para conseguir el triunfo.