Lo que hemos aprendido del Sevilla-Atlético de Madrid

PorJorge Ordás

Actualizado 31/08/2015 a las 14:16 GMT+2

El equipo de Diego Pablo Simeone se llevó un botín excesivo del Ramón Sánchez Pizjuán pero dejó claro que está dispuesto a mejorar su estilo sin renunciar a sus señas de identidad. Al ya conocido espíritu de sacrificio y capacidad de sufrimiento hay que añadir momentos de buen juego y toque combinativo.

Koke (Atletico) - Sevilla

Fuente de la imagen: AFP

UN NUEVO ESTILO ES POSIBLE

¿Es posible dar otra vuelta de tuerca a un equipo del que salen año sí año también sus estrellas? Diego Pablo Simeone parece convencido de que sí y su apuesta por el fútbol de toque en una plaza tan batalladora como el Pizjuán es buena prueba de ello. Óliver, Koke y Griezmann se asociaron a las mil maravillas confirmando algunos buenos momentos del debut liguero.

EL ESFUERZO NO SE NEGOCIA

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Lleva siendo uno de los grandes lemas del ‘Cholismo’ pero ante el Sevilla quedó explicado a las mil maravillas en un jugador: Óliver Torres. El canterano sigue consolidándose con paso firme y, además de brillar en la dirección del equipo, fue vital en la destrucción de los ataques sevillistas.

Óliver Torres (Atlético de Madrid)

Fuente de la imagen: EFE

ESPERANZA PARA EL SEVILLA

El equipo de Unai Emery acumula únicamente un punto de seis jugados, pero las sensaciones no pueden ser más positivas pese a la derrota. El resultado final castiga en exceso los méritos de un equipo que arrinconó a su rival y que se decidió en detalles muy concretos.

DISFRUTAR SUFRIENDO

Parece contraproducente, pero el Atlético de Madrid consigue ofrecer su mejor rendimiento cuando peor van las cosas. El Sevilla apretó hasta asfixiar pero el equipo de Simeone no se descompuso donde otros hubieran claudicado. Aguantó a que escampase y tumbó al rival a la contra.

DETALLES DE LOS FICHAJES

Yannick Carrasco y Jackson Martínez fueron dos de los futbolistas de refresco y respondieron a las mil maravillas pese a que su rol cuando ficharon apuntaba más a la titularidad. El belga templó el encuentro con sus eléctricas conducciones y el colombiano lo sentenció con un auténtico golazo.