Europa se doctora Cum Laude en béisbol

Londres se convirtió durante unos días en una enorme Torre de Babel del mundo del béisbol. Sí, el inglés era el idioma dominante, pero los múltiples tipos de acentos que se escuchaban por doquier se opacaban en ocasiones con el italiano, el francés, el alemán, algunos idiomas eslavos que a uno le cuesta reconocer e identificar, y por supuesto con el español, que rivalizaba con los anglosajones en el número de nacionalidades a los que se escuchaba hablar en nuestra lengua por cualquier esquina. Dominicanos, venezolanos, mexicanos, cubanos... y por supuesto muchos españoles.

Pasear por la capital inglesa o simplemente tomar una de las líneas de metro te permitían descubrir aficionados a la MLB en cualquier esquina. Entrar en la abarrotada Fan Zone de la Plaza de Trafalgar era como penetrar en un mundo de fantasía beisbolística copado por miles de fanáticos que compartían su pasión por el mundo de la pelota base, cada uno llevando la camiseta de su equipo favorito. Y aunque la mayoría eran de Cubs o de Cardinals, se podían ver aficionados portando la remera de Dodgers, Mets, Braves, Giants, Yankees, Twins, Rays, Dbacks, Padres... todos juntos en un mismo espacio en el que solo había sitio para el buen ambiente y la camaradería.

Qué decir de los alrededores del estadio. La organización no abría las puertas hasta tres horas antes del inicio de los encuentros, pero ya en ese momento se podían ver largas colas para acceder al estadio. Los puestos de ‘merchandising’ no daban abasto para atender al público que se agolpaba tratando de conseguir la camiseta o la gorra oficial del evento o de su equipo favorito, mientras las decenas de puestos de comida y bebida situados dentro del recinto al más puro estilo americano no tenían un segundo de descanso para atender a los hambrientos y, sobre todo, sedientos aficionados en un poco habitual caluroso fin de semana londinense.

No es fácil llenar un estadio como el Olímpico de Londres pero la MLB lo ha vuelto a conseguir. Además los jugadores se mostraron en todo momento muy accesibles con un público entregado que les pedía fotos y autógrafos sin cesar y que estos les concedían sin rechistar. Amén de los cientos de bolas que desviaron hacia las gradas tanto en entrenamientos como en ambos partidos, para delicia de los aficionados. Y escuchar a casi sesenta mil personas cantar al unísono el “Sweet Caroline” (so good, so good) o el “Take me out to the ball game” ponía el vello de punta hasta al aficionado más veterano.

La MLB ha apostado muy fuerte por Europa con dos series de autentico nivel top; la primera llegó en 2019 con el enfrentamiento de gran rivalidad entre Red Sox y Yankees y, con pandemia de por medio, ahora Chicago Cubs y St.Louis Cardinals nos brindaron un memorable fin de semana con dos partidos apasionantes en los que los aficionados desde el primer minuto tomaron partido por uno u otro equipo, dejando bien claro quiénes eran sus jugadores favoritos y, por qué no decirlo, también los menos agraciados con su cariño.

La MLB desplazó, además, a muchas leyendas del béisbol como Albert Pujols, Alex Rodríguez, David Ortiz o Derek Jeter, requeridos también por las televisiones norteamericanas para apoyar las transmisiones con sus expertos conocimientos del mundo del béisbol profesional. También contó con el apoyo de actores como Bill Murray (aficionado de los Cubs) o John Goodman (fanático de los Cardinals) que se desplazaron para animar a sus equipos, e incluso dirigentes como el propio comisionado Rob Manfred o el presidente de la asociación de peloteros Tony Clark brindaron su apoyo al evento con su presencia sobre el césped artificial que sustituyó al habitual sobre el que juega el West Ham United. Incluso buscamos a Rupert Mannion y a Nathan Shelley por los alrededores del palco pero no se dejaron ver. Lástima.

El resultado de los encuentros es un poco lo de menos. Los Cubs dominaron a placer el primer partido y los Cardinals, a pesar de comenzar perdiendo 4-0, se tomaron la revancha en el segundo para dividir una serie que deja las cosas casi como estaban antes de su inicio; los Cachorros siguen sin poder alcanzar el 50% de victorias mientras que los Cardenales mantienen el farolillo rojo de la división. Con lo que aún resta de temporada regular esto cambiará seguro de aquí a finales de septiembre, cuando se decidan las plazas que den acceso a unos playoff que hacen brillar con luz propia el mágico mes de octubre para los amantes del béisbol.

Además durante el fin de semana se confirmaba oficialmente la noticia de que el próximo año serán los New York Mets y los Philadelphia Phillies los que disputarán la serie de Londres, y que la posibilidad de que sea París la receptora de la de 2025 está en boca de todo el mundo. Incluso hablábamos con Guillermo Célis, la voz del béisbol en español de ESPN, sobre una posible ampliación a más países de Europa de estas series, al estilo de lo que ya realiza la NFL.

¿Podría ser España un destino apetecible para la MLB? Evidentemente la enorme comunidad latina que vive en nuestro país juega a favor de ello, pero en contra está la poca implantación del deporte a nivel profesional. Incluso ahora que en verano apenas hay actividad deportiva con la que llenar las parrillas televisivas, choca que ninguna cadena acabe de apostar seriamente por un deporte que arrastras pasiones en millones de aficionados que lo siguen con auténtica devoción a diario en todo el mundo.

Es hora de apostar por el béisbol. Y el primero que lo haga se llevará un deporte que se espera que a corto plazo pueda explotar como uno de los favoritos del gran público europeo. Al menos esa es la intención de la MLB y visto lo visto este fin de semana en Londres está muy cerca de conseguirlo.