No es el nuevo Merckx pero sí el campeón que Bélgica tanto necesitaba: Remco Evenepoel, el garante de la tradición

Desde su irrupción en la élite del ciclismo, la comparación de Remco Evenepoel con ser el nuevo Eddy Merckx siempre ha estado presente y se ha ido repitiendo hasta que ambos protagonistas y casi todos los aficionados se cansaron de ella. Hay que de dejar claro que ni se pueden ni se deben comparar. Evenepoel está trazando su propio camino victorioso y, de momento, mejorando a sus 22 años los mejores registros de la máxima leyenda belga de la historia.

Para ilustrar esta última afirmación, hay que prestar atención a este dato: Evenepoel ha ganado un Monumento, una gran vuelta y un Mundial en una misma temporada con 22 años y 243 días. Merckx lo hizo con 22 años y 360 días. Por tanto, el sucesor designado es mejor que el genuino con la misma edad. El dato es irrefutable.

Remco Evenepoel no persigue superar a Merckx porque, sencillamente, su palmarés es inalcanzable. Pero ya es por sí mismo la referencia absoluta en el ciclismo belga, con permiso de Wout Van Aert como gran estrella coetánea.

El camino natural de la estrella del Quick Step-Alpha Vynil debe ser ir a buscar el podio o la victoria en el Tour de Francia. Lo va a hacer aparentemente sin prisas y muy probablemente ese asalto no llegará en 2023, ateniéndose a las palabras de su jefe Patrick Lefevere: “Si de mí depende no será en 2023”.

Sea cual sea su próximo escenario, probablemente el Giro de Italia donde debutó sin éxito en 2021 tras la larga y difícil recuperación de su caída en Lombardía, Bélgica como nación dominante del ciclismo necesitaba una irrupción como la de Remco.

Los últimos ganadores belgas de Giro, Tour y Vuelta hasta la victoria de Evenepoel en 2022 fueron respectivamente Johan De Muynck (1978), Lucien Van Impe (1976) y Freddy Maertens (1976). Cuatro décadas de sequía absoluta en grandes vueltas y un vacío enorme sin un férreo dominio en estas carreras como el de Merckx en toda la década de los setenta.

Tanto necesita Bélgica un Evenepoel en las principales carreras por etapas del calendario que en los últimos 40 años tan sólo Thomas De Gendt en 2012 asomó la cabeza en el podio en el Giro por su escapada en el Stelvio y, accidentalmente por varias descalificaciones, Jurgen Van den Broeck figura como tercer clasificado del Tour de Francia 2010. Prácticamente ningún belga ha pisado el podio de una grande.

El país con más tradición ciclista del mundo ha ganado el Tour de Francia en 18 ocasiones con 51 podios, el Giro de Italia en 7 ocasiones con 16 podios y vio cómo el primer campeón de La Vuelta era belga: Gustaaf Deloor en 1935. Evenepoel es el último que ha inscrito su nombre en este selecto palmarés de ganador de grandes y el maillot arcoíris número 27. Por dar un poco más de relevancia a su triunfo en Wollongong, otras leyendas históricas como Roger de Vlaeminck nunca ganaron un Mundial.

Como atractivo añadido, Evenepoel lucirá el maillot arcoíris en lo que queda de año y durante toda la temporada 2023, ya se verá si en el Tour de Francia, y el maillot tricolor belga cuando dispute las contrarrelojes en calidad de actual campeón de esta disciplina.

Más allá de dónde esté su techo en la historia del ciclismo a partir de sus triunfos (37 victorias a los 22 años), en una época donde el ciclismo francés sigue sin ganar su Tour desde Bernard Hinault en 1986 o en la que ni Italia ni España tienen ciclistas para ganar la general de una gran vuelta, Evenepoel es una especie de garante de la tradición ciclista ya que hoy en día los mejores son eslovenos o daneses.