La hazaña de Bernard Hinault que persigue Tadej Pogacar en la París-Roubaix: Último ganador del Tour y vestido de arcoíris que conquistó el Infierno

En 1981, Bernard Hinault fue el último ganador del Tour de Francia que ganó la París-Roubaix y, además, vestido con el maillot arcoíris de campeón del mundo. Tadej Pogacar aspira a emular este gran logro del francés este domingo 13 de abril (en directo en Eurosport y Max desde las 10:00) y nuestro experto Eduardo Chozas nos ayuda a rememorar esa hazaña de ‘El Caimán’.

Bernard Hinault, último campeón del Tour de Francia que venció en la París-Roubaix: "Era un bestia, ganaba por aplastamiento"

Fuente de la imagen: Getty Images

Bernard Hinault aborrecía la París-Roubaix hasta la extenuación, se llegó a escribir que incluso la odiaba. De hecho, no dudó en señalarla como una carrera, ya lo sabrán si están puestos en ciclismo, "de mierda". Directo y rotundo. Sin embargo, el mito francés decidió que tenía que demostrar que él también podía ganar en 'El Infierno del Norte'. Así lo hizo, y con el más difícil todavía de conseguirlo sin ser un especialista y coronarse en el velódromo André Petrieux como vigente campeón del mundo. Fue en la edición de 1981 la última vez en la que se impuso un ganador del Tour de Francia hasta la fecha. O hasta que Tadej Pogacar cambie, como acostumbra a hacer, la historia.
Al contrario de lo que dice una suerte de leyenda urbana erróneamente extendida, Hinault no llegó, vio, venció en la Roubaix y se largó para no volver nunca. Más allá del 81 en el que alcanzó la gloria, la corrió hasta en cuatro ocasiones más: 1978 (13º), 1979 (11º) y 1980 (4º) antes de llevársela y 1982 (9º) después de anotarla en su palmarés, pero las enciclopedias sólo lo recuerdan a lo grande. Cimentado tras nada menos que cinco caídas. La más célebre, con un perro de por medio, como puede verse en este vídeo de la publicación de 'Miroir du Cyclisme'.

Chozas recuerda la mentalidad de Hinault

Pero a Hinault le iba la jarana. Bien lo sabe nuestro experto Eduardo Chozas, que tuvo que sufrirle unas cuantas veces en el pelotón. "Era un bestia. Le llamaban 'El Caimán' porque muchas veces la táctica no iba con él. Era tan fuerte que, yendo de líder en un Tour de Francia, si veía que ya no tenía mucho equipo para controlar al final de carrera, a 80 km de meta arrancaba en un puerto como el Tourmalet y nos hacía ir de cinco en cinco, y sálvese quien pueda", apunta el exciclista madrileño y experto de Eurosport.
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Hinault venció en la Roubaix del 81 a pesar de caerse en cinco ocasiones

Fuente de la imagen: Getty Images

Todavía es más ejemplificador lo que hizo el también conocido como 'Tejón' en el Mundial del 80, poco antes de 'pasarse' la Roubaix. Una gesta grabada a fuego en la memoria de Chozas.
Coincidí con él en mi primer año, en 1980. en el Mundial de Sallanches, que dicen que es el más duro de la historia. Casi con 6.000 metros de desnivel y un muro de 2 km que se subía como 18 veces. Acabaron 14 ciclistas. Yo lo corrí muy joven y me quedé impresionado. Era como una selección, ir al límite. Juan Fernández, que fue tercero, llegó que no podía ni firmar autógrafos. Le daban calambres en los dedos. Y eso que no hizo el mismo esfuerzo que Hinault, que le sacó mucho tiempo y se fue solo por delante, sin que nadie pudiera seguirle".
Aún hay más. "De Hinault ya te esperabas cualquier cosa. También ganó una Lieja con nieve, acabaron muy pocos corredores. A lo bestia, por aplastamiento", expone Chozas. "Recuerdo mi primer Tour, en el 85, y hacía unas barbaridades… Pensaba: 'Este hombre es de otro planeta'. Tenía una seguridad en sí mismo que estaba por encima del equipo", añade después.
"Cuando quería, era capaz incluso de ganar algún esprint al pelotón o hacer locuras". ¿Les suena de algo lo último? Si están pensando en un esloveno con hechuras de príncipe, han acertado: "Esas locuras las hace Pogacar alguna vez, pero no en las grandes vueltas. Las hace en clásicas, como la Strade Bianche".
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El esprint con el que Hinault conquistó la París-Roubaix de 1981

Fuente de la imagen: Getty Images

"Hinault no tenía un equipazo como el UAE"

"Son corredores parecidos en cuanto a que son muy polivalentes, capaces de ganar grandes vueltas por etapas y también clásicas", considera Chozas al entrar en la comparación entre Hinault y Pogacar. "Hinault quizá era otra época, otro ciclismo. No tenía un equipo tan potente, un equipazo como el UAE actual de Pogacar", expone como principal diferencia entre ambos. El carácter también les distancia.
Pogacar da la sensación de que se divierte corriendo. Hinault, en cambio, era muy serio, muy soberbio. No te transmitía ni te contaba ningún chiste. Pogacar es un corredor muy abierto, muy gracioso, parece que conecta muy bien con los compañeros, con los espectadores. Y aún es joven, le queda mucho por hacer en el ciclismo".
Para Chozas, Hinault y los marcianos se llevaban poco. Al igual que pasa con Pogacar. "Era un corredor muy fuerte. Todo lo que le veía hacer después de aquello me parecía que estaba a su alcance. En París-Roubaix, si vas solo por delante y eres capaz de mantenerte... Lo más difícil de esa carrera son las caídas que pueda haber cuando va todo el pelotón junto. Cuando la situación se va aclarando, ya es para corredores muy fuertes. Y él lo hacía todo. También lo hace Pogacar".
Es esa polivalencia que definía a Hinault y que también caracteriza al actual mejor corredor del mundo la que bien puede valerle, ahora o en un futuro, hacerse con la París-Roubaix. "Ha ganado muchas clásicas, muchos Monumentos. Si la clásica es dura, es implacable. En Lieja, por ejemplo. En San Remo o en Roubaix, sí tiene rivales de enjundia. No le será fácil ganar, aunque tiene posibilidades, por supuesto", opina Chozas.
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Bernard Hinault en la París-Roubaix de 1981

Fuente de la imagen: Getty Images

"Es una carrera muy complicada. Debes tener la fortuna de, en un momento clave, no pinchar, no tener averías… Se rompen muchos cambios por la vibración de las ruedas entre los adoquines, por enganchones. Pero por fuerza, físico y actitud, sí que puede ganar", reitera. "Es una aventura muchas veces. Pasan tantas cosas que no depende sólo del estado de forma, sino de tener la habilidad para sortear todos los obstáculos que van sucediendo a lo largo de los tramos". Pero a Pogacar, como a Hinault, le va la marcha.
Eso sí, Chozas le da "un 51%" de probabilidades de victoria a Mathieu Van der Poel, ganador de las dos últimas ediciones. Aunque no cabe duda de que el gran aliciente de la Roubaix 2025 es su némesis en la presente batalla por los Monumentos. "Todos estamos deseando verle, ver hasta dónde es capaz de llegar. Y sobre todo, que no tiene miedo a correr. Que es algo que se ha planteado su equipo: los riesgos que tiene la carrera. Así que deseando que llegue el domingo", sentencia Chozas. Seguro que Hinault pensará lo mismo.
Hinault frente a Hennie Kuiper en la París-Roubaix de 1981
Hinault frente a Hennie Kuiper en la París-Roubaix de 1981Fuente de la imagen: Getty Images
*No te pierdas la París-Roubaix este domingo 13 de abril en Eurosport y Max.
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