Tour de Francia 2019: Peter Sagan, no es verde todo lo que reluce ¿sequía llamativa o preocupante?

Le sorprendió Mike Teunissen en el esprint de Bruselas. El holandés aprovechó la oportunidad de su vida y sin miedo batió por escasos centímetros a un Sagan que nada más cruzar la línea le miró perplejo. Desde luego no esperaba esa derrota, pero la otra lectura obligada fue que sacó una distancia más que considerable al resto de grandes esprínters.

Alberto Contador lo dejó muy claro: “Peter se transforma en el Tour”. Es su mayor escaparate no sólo para seguir haciendo historia como ciclista sino para sacarse rentabilidad a sí mismo y a todo el equipo que tiene montado en torno a él. Pero el Tour está siguiendo su curso entre etapas con cotas y finales tipo clásica más un esprint puro y sigue sin encontrar su duodécima victoria en la carrera francesa.

La exhibición de Alaphilippe, más que pronósticos reventó rivales, Sagan incluido y en esa lucha por la segunda plaza se vio relegado por otros velocistas menos rápidos como Michael Matthews o Jasper Stuyven. En otros Tour de Francia o en otras carreras ninguno de los que entró por delante hubiera sido rival. Como tampoco, con todos los respetos que merece, lo hubiera sido su buen amigo Elia Viviani.

El portento eslovaco nunca ha sido un esprínter puro, sino un todo en uno. Pero era capaz de reventar los últimos grandes ‘trenos’ del Lotto o aquellos que trabajaban a destajo para Cavendish. E incluso tenía que rectificar sus pistonazos para ganar y lo acababa haciendo aunque se le saliera un pedal a más de 1.500 vatios de potencia.

La sequía no es ni mucho menos preocupante, pero sí llamativa en un hombre capaz de ganar a todos en un esprint, a casi todos en un final más exigente y a bastante gente en una etapa de media montaña. Esta temporada 2019 no está coleccionando fotos de victoria, pese a que rompió a ganar en California o Suiza para desempolvar su repertorio de celebraciones. Ha pasado de forma discreta las clásicas y al Tour ha llegado fortísimo, pero los demás también juegan. Aunque todos siguen siendo los mismos a los que acostumbra a ganar.

El Bora-Hansgrohe no tiene un treno de lanzamiento tan poderoso y sofisticado como el que goza Viviani en el Deceuninck-Quick Step. El portento eslovaco confesó estar fatigado por perseguir a Alaphilippe, lo que le penalizó para perder una nueva oportunidad en Nancy. Seguro que tendrá más oportunidades de aquí a París, esprint de los Campos Elíseos que, por cierto, nunca ganado.

No por ello no deja de ser el ciclista de los récords, hasta de los segundos puestos en el Tour. Aunque ya no gane o ya no gane tanto, no deja de ser el ganador de siempre.