Tour de Francia 2022 | De Mas (Enric) a la nada: el balance del ciclismo español en este Tour que es difícil asumir

El Tour de Francia 2022 ya empezó de forma complicada para el ciclismo español. Sólo 9 ciclistas presentes partieron desde Copenhague, la cifra más baja desde 1972 que incluso escandalizó al propio director de la carrera, Christian Prudhomme, quien fue de los primeros en lamentarlo.

La foto principal que deja este Tour para el ciclismo español no admite discusión: cuatro años exactos sin una victoria de etapa desde Omar Fraile en Mende en la edición de 2018 y llegando a las 120 etapas consecutivas en grandes vueltas sin un solo triunfo parcial. La última en este sentido fue en La Vuelta 2020 con Ion Izagirre. Desde entonces, algunos tiros al palo y una sensación de crisis que crece conforme van transcurriendo nuevos Tours, Giros o Vueltas.

Otro dato doloroso es el de ausencia de ciclistas españoles fuera del top ten, algo que no ocurría desde 1998 cuando los equipos nacionales presentes en el Tour abandonaron por el Caso Festina y consecutivamente desde principios de la década de los 80 hasta la irrupción de Ángel Arroyo. Desde entonces, nunca ha faltado un corredor entre los puestos de honor, a lo que hay que sumar los triunfos de Delgado, Indurain, Pereiro, Sastre y Contador.

Por tanto, hay que preguntarse seria y honestamente si el ciclismo español vive una crisis de resultados o es simplemente un bache temporal o coyuntural. La transición de la generación dorada de Alberto Contador, Alejandro Valverde, Joaquim Rodríguez o Samuel Sánchez está siendo compleja y parece ser más larga y profundamente pesimista por esa ausencia de grandes victorias en los mejores escenarios.

La respuesta más adecuada tal vez sea admitir que el ciclismo español, ahora mismo, ha dejado de ser ganador al más alto nivel. Y que obviamente ganar cuesta muchísimo ante el nivel superior de otras nacionalidades emergentes como la eslovena, danesa o colombiana. Otras nacionalidades históricas no están mucho mejor que España: Italia también se va del Tour de Francia 2022 sin victorias de etapa y sin ningún ciclista en el top 10 de la general y respecto a Francia, sólo David Gaudu y Romain Bardet han quedado dentro de esos puestos de honor pero a la vez a años luz de Vingegaard, Pogacar o Geraint Thomas, tercero en el podio de París.

Desde hace meses la otra respuesta posible ante la pregunta de si hay un relevo ganador es exactamente la misma: lo hay, pero hay que tener paciencia. Los nombres de Carlos Rodríguez, Juan Ayuso, Igor Arrieta o Roger Adrià siempre ocupan la misma línea en este tipo de textos y, por otro lado, la actuación de Juanpe López en el último Giro de Italia sigue invitando a ver el vaso medio lleno. Aunque verlo así y seguir esperando y confiando no vaya a garantizar las ansiadas victorias a corto o medio plazo.

De Enric Mas se esperaba mucho más, ya que aun siendo conscientes de que el ciclista mallorquín es élite absoluta del ciclismo, su nivel real está un peldaño por debajo de rivales como Jonas Vingegaard, Tadej Pogacar o Primoz Roglic. Aun así el jefe de filas del Movistar Team aspiraba al podio en París o al menos a estar cerca de él exhibiendo su regularidad.

Pero con la carrera finalizando los Pirineos y todas las etapas de montaña, la dolorosa situación de Mas fue un abandono por covid cuando ya estaba fuera del top ten y confesando antes su bloqueo mental en los descensos debido a tres duras caídas que ha sufrido esta temporada.

El Movistar Team lo ha intentado tímidamente con Carlos Verona, quien venía de ganar un etapón en Dauphiné fugado y aguantando un pulso a Primoz Roglic y su perla estadounidense Matteo Jorgenson. Pero no ha habido forma y el principal equipo español no sólo se va con el vacío más absoluto sino con una situación aún más compleja: su lucha por no descender de categoría bajo el nuevo sistema de puntuación y ascensos y descensos que esta temporada ha estrenado la UCI.

A este Tour de Francia 2022 no han venido por decisiones técnicas o preferencia de otros objetivos ciclistas que podían haber estado arriba como el propio Alejandro Valverde, Mikel Landa después de su podio en el Giro de Italia, otro ciclista de alto nivel como Jesús Herrada o un Cristian Rodríguez que fue excluido por su equipo por negarse a renovar su contrato, tal y como desveló a Eurosport España antes del inicio de la ronda gala.

Marc Soler, en su primer año fuera de la órbita de Movistar y enrolado en el UAE Team para ser un peón importante de Tadej Pogacar, tampoco ha podido acabar o dar la sensación de brillo trabajando para su líder por unos problemas estomacales que le obligaron a retirarse.

El ciclista español más destacado ha sido Luis León Sánchez (14º en la general final) quien supo tirar de veteranía para estar relativamente cerca de la victoria en dos etapas, Megève y Mende. La otra 'casi' victoria de etapa estuvo a cargo de Jonathan Castroviejo y Carlos Verona, quienes fueron segundo y tercero respectivamente en la jornada que ganó Bob Jungels en Châtel.

Pero el buen hacer del murciano trae aparejada otra lectura que es difícil de asumir pero muy sencilla de comprender: ha sido el mejor de los españoles con 39 años. Casi tres menos de los que tiene un Alejandro Valverde que, en definitiva, sigue siendo el mejor ciclista español del momento aun en su año o ‘gira’ de despedida. Las soluciones a este problema de sequía existen y todas tienen nombre y apellidos. Entretanto, toca seguir esperando, asumiendo y admitiendo errores para que esta transición se transforme en una nueva era con, al menos, más victorias que en este difícil presente.