La Vuelta 2016: Una siesta injustificada antes de la gran batalla de los Pirineos

Nairo Quintana, Chris Froome y sus respectivos equipos decidieron tomarse el día con calma. La etapa entre Bilbao y Urdax-Dantxiranea fue vendida en enero,c uando se presentó el recorrido de La Vuelta 2016, como una de las más duras y que podían ser decisivas para la general. Tras la etapa con final en Bilbao de este jueves, los favoritos también coincidían en que esta travesía entre el País Vasco y Navarra para plantarse al pie de los Pirineos, sería de mucho desgaste, e incluso peligrosa. Pero desgraciadamente sucedió todo lo contrario. Movistar, Sky e incluso el Orica de Esteban Chaves y el Tinkoff de Contador decidieron juntos un pacto de no agresión antes de lo mucho que, en teoría, va a venir este fin de semana en Aubisque y Formigal.

El pelotón entró riéndose en meta, casi 34 minutos después de que el joven romano Valerio Conti fuera el más listo y fuerte de la fuga. Al menos se ganó ser protagonista de su primera gran victoria profesional y el gesto hacia su equipo, señalando el patrocinador mientras celebraba su merecido triunfo. La lectura de esto es que Lampre seguirá la próxima temporada apostando por el ciclismo tras encontrar capital chino, mientras que Merida se irá a cubrir las necesidades de Vincenzo Nibali en el nuevo equipo de Bahrein.

Esta alegría de Conti fue lo más destacado de una etapa que por dureza, paisajes y recorrido se había vendido muy bien, aunque sus protagonistas principales la acabaran despreciando. Al menos, podrían haberse ahorrado las sonrisas cuando entraron en meta.

Si esta desidia de los grandes es correspondida con un gran espectáculo en el Aubisque, tal vez llegue a estar justificada. Tendrán que esforzarse mucho.