Blanca Fernández Ochoa, una luchadora que nunca arrojó la toalla

Blanca Fernández Ochoa se crió rodeada de chicos. Concretamente de sus cinco hermanos mayores, porque ella fue la primera hija del matrimonio que formaban Dolores Ochoa y Francisco Fernández. Una niña muy esperada que fue siempre vivió protegida por sus hermanos. Nació en Madrid cuando su familia aún vivía en Carabanchel, pero sus padres decidieron trasladarse al Puerto de Navacerrada y aquella decisión cambió el destino de los Fernández Ochoa.

La nieve pasó a ser el medio natural con el que convivían la mitad del año y rápidamente adoptaron el esquí como el deporte rey en la casa. Su hermano Paco se proclamó campeón en eslalom en los Juegos Olímpicos de Sapporo 1972. Y aquella medalla de oro disparó los sueños de la pequeña Blanca, que por entonces contaba con nueve años. Dos más tarde, a la edad de 11, se incorporaba a un plan de entrenamiento en un internado para deportistas de invierno situado en la localidad de Viella, en el Valle de Arán. Los Pirineos se terminaron por convertir en su hogar.

Persiguió con ahínco el sueño de emular a su hermano y colgarse una medalla olímpica, hito que no pudo lograr en Calgary, donde era la gran favorita. Pero después de un buen descenso en la primera manga, se cayó en la segunda. España lloró desconsoladamente ante los televisores con Blanca aquella oportunidad perdida. Sin embargo, y contra pronóstico, alcanzaría su objetivo en los siguientes Juegos Olímpicos de invierno. Se cumplían veinte años de la medalla de Paquito y Blanca logró colgarse en Albertville la ansiada presea. Un bronce que le supo a oro y que la convirtió en la primera mujer medallista en una cita olímpica invernal. "Ahora ya puedo retirarme tranquila", declaró tras alcanzar el objetivo que persiguiño durante años.

Su vida personal también sufrió vaivenes. Un año antes de lograr la medalla de Albertville, en julio de 1991, se casó en el Escorial con el italiano Danielle Fioretto, al que había conoció esquiando en Suiza con 14 años de edad. Pero el matrimonio no funcionó y se separaron. Posteriormente contrajo un segundo matrimonio con David Fresneda, con quien tuvo dos hijos, David y Olivia. Aquella unión también terminaría en divorcio.

Deportista muy reconocida en todos los ámbitos, su simpatía la llevó a convertirse en un rostro conocido y participó en programas de televisión como Supervivientes de Antena 3, El conquistador del Aconcagua o El conquistador del fin del mundo, ambos de EITB, y Splash! Famosos al agua, también de Antena 3. Posteriormente se dedicó a trabajar en una empresa que asesoraba a directivos sobre el trabajo en grupo y técnicas de team building para la mejora del rendimiento y de la toma de decisiones. Premio Reina Sofía a la mejor deportista española en 1983 y 1988, y Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, galardón que recibió en 1994, Blanca prefirió preservar su intimidad y disfrutar de sus hijos, a los que vio crecer haciendo deporte. De hecho, su hija Olivia es jugadora de la selección española de rugby.

Según informaba El Confidencial, el pasado 20 de agosto, Blanca, que vivía en casa de su hermana Lola, en la localidad madrileña de Aravaca, le dijo a esta: "Me voy. Necesito pensar y estar sola. Quizá haga el camino de Santiago. Ya te llamaré". Se subió a su coche y desapareció. Dos días después la familia decidió acudir a la Policía a presentar denuncia ante la imposibilidad de contactar con ella.