Blog Julio García Mera: Cecilio

Cecilio llega antes que nadie, enciende las luces, pone orden donde había caos, coloca con mimo cada prenda, calcula la temperatura ideal según el reto que toque y cuando todos se van, él se queda. Y apaga los focos.

Abre y cierra el equipo: lo abrocha, lo acuna, lo abraza. Nada se escapa. No para. Siempre al servicio de todos. Siempre vigilando. Y todo lo hace con calma.

Me hipnotizan los profesionales que trabajan con la tranquilidad de los artesanos. Realizan su oficio con cariño y sin las prisas de Twitter. Él no tiene redes sociales. No le hace falta. Porque lo tiene todo: a su mujer, Esperanza, a su hijo, David, a sus amigos, que son muchos, y a su club, al que ha protegido y querido de tal manera que parece increíble que alguien con ese cuerpo de marine pueda dar tanto amor.

El marido, el padre, el amigo, el profesional: discreto, respetuoso, amable. Siempre sabe estar, siempre sabe dejar estar, siempre una sonrisa. Siempre.

Con él todo está en su sitio. Y cuando todos se van, él se queda organizando. Porque Cecilio se va siempre después. Después de que luces se apagan y las gradas se desnudan. Quizá por ello estamos todos ahora a oscuras y un poco másdesordenados.