Copa de España, Movistar Inter-Jaén Paraíso Interior: Nunca se rinde (3-4)

3- Movistar Inter: Jesús Herrero, Álex, Bebe, Ortiz, Daniel, Pola, Ricardinho, Gadeia, Rafael, Humberto, Solano, Taffy, Elisandro y Borja.

4- Jaén Paraíso Interior: Dídac, Imanol, Boyis, Giasson, Mauricio, Campoy, Víctor Montes, Wendell, Burrito, Dani Martín, Chino, Carlitos, Bingyoba y Alan Brandi.

Goles: 1-0 Gadeia (Min. 12); 1-1 Mauricio (Min. 24); 2-1 Ricardinho (Mín 27); 3-1 Elisandro (Min. 28); 3-2 Carlitos (Min. 35); 3-3 Dani Martín (Min- 38); 3-4 Chino (Prórroga).

Ricardinho: El portugués nunca se escondió. El objetivo de las cámaras se fijó en él desde el primer minuto y sabedor de ello sacó su mejor versión, aunque aún siga renqueante. Cuando el portugués tiene el balón en sus pies, el tiempo se para y el baile comienza.

Chino: Otra vez lo volvió a hacer. Cuando los suyos agonizaban dio un paso adelante para coronarse rey de esta Copa de España con un gol en la prórroga. Y elegido MVP del torneo.

Dani Rodríguez: El técnico de Jaén hizo una vez más magia. Levantó a los suyos cuando peor estaban, y llevó al extremo eso de: “La fe mueve montañas”.

Cuando nadie cree en ti, y tu solo tienes que luchar contra todos, a medida que vas dejando rivales en el camino y gigantes llaman a tu puerta, la proeza de derrotarlos es aún mayor. Eso es lo que le ocurrió al Jaén en esta Copa de España en el que salió victorioso.

En la primera parte, el Movistar Inter fue de menos a más. El Jaén, con la mentalidad de que podía ser su noche, apelando a la historia, cuando en 2015 vencieron al Barcelona, salió sin miedo. Pero el conjunto madrileño está hecho para destrozar rivales y quemar récords, ante eso, el corazón debía de latir más que nunca y las ganas de los andaluces nunca desvanecerse.

Ambos tuvieron ocasiones. Arropados por sus aficiones nadie daba un balón por perdido. “Al palo”, “Al larguero”, “Uyyyy”… la grada era un polvorín de sensaciones. Y en todo ese revuelo, Gadeia, en el minuto 12, mandó el primer balón a la red (1-0).

Tras la vuelta de vestuarios. La recompensa al gran trabajo de los andaluces llegó con el gol de Mauricio. Casi no se habían sentado los aficionados en sus asientos y la final volvía a estar igualada (1-1). Pero de repente el tiempo se paró, y sonó una dulce melodía. Era Ricardinho. Cogió el balón, se plantó frente a Dídac e hizo lo inexplicable. Levanta el balón delante del portero, en una baldosa. Un magnífico sombrero que le dejó solo. El resto ya lo saben… (2-1). En el éxtasis interista, Elisandro, otro habitual en su cita al gol, hizo el tercero y dejó muy tocado anímicamente al Jaén.

¿Tocado?, eso debieron pensar todos los presentes, menos una persona, Dani Rodríguez. Cuando peor estaban los suyos les inyectó un éxtasis de mentalidad luchadora. Y el choque enloqueció. El amarillo se extendió por toda la pista. Primero Carlitos, y dos minutos después Dani Martín, aparecieron para igualar la contienda.

En la prórroga, los héroes siempre aparecen y Chino, ese que se ha ganado una calle en el centro del Jaén, lo volvió a hacer. Corono a los suyos mandando el balón a la red cuando Movistar Inter, desquiciado, jugó con portero jugador. Y enloqueció a los suyos y a todas las almas desplazadas hasta Madrid. ¡Habemus milagro!. “¡Jaén nunca se rinde!”, se escuchó en el WiZink. Y razón no les falta.