La Armada española naufraga en Stamford Bridge

No corren buenos tiempos para el futbolista español en el Chelsea. Después de haber tenido una notable influencia durante la última década, desde que Fernando Torres fichó por los blues procedente del Liverpool, esta temporada no está siendo fructífera en cuestión de minutos para César Azpilicueta, Kepa Arrizabalaga y Marcos Alonso, los últimos tres representantes de La Roja en Stamford Bridge.

Desde que Frank Lampard aterrizó en el banquillo de Stamford Bridge, tenía muy claro que quería devolver el protagonismo a la cantera del Chelsea, muchas veces relegada a un segundo o tercer plano por la generosa chequera de Roman Abramovich y su política de fichajes en busca de la Champions League. El ejemplo más llamativo es el de César Azpilicueta. El capitán del Chelsea, con 395 partidos oficiales a sus espaldas con la camiseta azul del club de Londres, ha sido relegado desde el inicio de esta temporada a un rol de suplente después de no haber bajado de los 27 partidos por temporada en Premier League desde su llegada en la 2012/13.

Despojado de minutos, cabe destacar que Azpilicueta sigue manteniendo su rol de líder dentro del vestuario, siendo valorado al máximo por Lampard, que aún lo ve como una pieza capital en la plantilla a nivel interno más que externo. "Todos podemos ver la calidad de Reece James y la competencia que tengo en la posición de lateral derecho. La profesionalidad de Azpi implica que va a ser tan importante para nosotros este año como siempre lo ha sido", se justifica el entrenador inglés. Compañeros de equipo en el pasado, Azpilicueta se ha desvanecido en la Premier League, en la que lleva cuatro partidos sin jugar ni un minuto. En Europa sí ha disputado los dos partidos a domicilio de los blues ante Krasnodar y Rennes, lo que deja entrever la posibilidad de que juegue ante el Sevilla.

Peor aún es la situación en la que se encuentran Arrizabalaga y Marcos. El portero y el lateral izquierdo no sólo han perdido todo atisbo de protagonismo, sino que están en la pole position para abandonar Londres incluso en el mercado de invierno, especialmente si aún mantienen el deseo de mantenerse en el radar de Luis Enrique Martínez de cara a la Eurocopa. Condicionado por el peso excesivo de haber costado 80 millones de euros, la presión ha ido carcomiendo la confianza de Arrizabalaga, quien no ha abandonado el banquillo desde la llegada del senegalés Édouard Mendy, que sí ha contribuido a mejorar los números defensivos del Chelsea.

La situación de Marcos Alonso es menos sorprendente. La falta de química con Lampard fue casi instantánea, y sólo su notable contribución en ataque (cuatro goles y tres asistencias en 18 partidos) le permitía asomarse al once la temporada anterior, en la que competía con Emerson Palmieri por la titularidad. El fichaje de Ben Chilwell procedente del Leicester durante el último verano fue la señal definitiva y su presencia es más que testimonial. En el 3-3 ante el West Brom, Marcos fue sustituido con 3-0 en contra al descanso y buscó marcharse al autobús durante la segunda parte, lo que provocó un encontronazo con su técnico, según reveló The Athletic. Desde aquel partido en septiembre, el '3' no ha vuelto a ser convocado en Premier League.

A la situación de los tres españoles hay que sumar también el adiós de Pedro Rodríguez, que cambió Londres por Roma en el último mercado. Su adiós, no obstante, está más vinculado al recambio generacional (33 años tiene el canario) que a una mala relación. Las palabras de Frank Lampard tras su último partido de Premier League ante el Watford el pasado mes de julio así lo atestiguan: "Sus compañeros le han hecho un homenaje en el vestuario y con razón, por la carrera que ha tenido en general y en este club. Su impacto ha sido enorme".