La opinión de Elías Israel: El Madrid jugó como Hazard… hasta que Rüdiger se partió la cara

El equipo de Jovicevic dio una hermosa lección de competir, de querer jugar, de mirar al campeón de Europa de tú a tú hasta llegar a soñar con una victoria que rozó. A partir del gol, los locales creyeron, se soltaron y perdieron el respeto reverencial que siempre impone el equipo blanco.

El triunfo se le escapó en el último suspiro por la valentía de Rüdiger, que se partió literalmente la cara por su equipo, además de ser el mejor jugador del Madrid en Varsovia. La imagen de este partido no puede ser otra que la del central alemán, ensangrentado tras un durísimo golpe del portero local, nada más marcar un gol que supone más de lo que puede parecer.

El equipo de Ancelotti salvó los muebles. Las tres victorias precedentes parecían dar un margen, pero el Madrid no salió al partido con el orgullo y el empuje que requiere esta competición, donde no hay enemigo fácil. Que se lo digan a la Juve, que se llevó un palo terrible en Haifa. La probatura salió mal, porque ni se economizaron esfuerzos ni se reforzó el juego del equipo con vistas al gran choque liguero que se avecina frente al Barcelona.

El Madrid se pareció más a Hazard que a Benzema, o sea no tuvo ni brillo ni ángel, que desaprovechó una nueva oportunidad para dejar cerrado el grupo. El belga sigue siendo un alma en pena, no encuentra su hechura de jugador diferencial en este equipo y ya parecen exageradas las oportunidades que se le ofrecen, que igual merecería más Marco Asensio.

Las rotaciones y la cabeza puesta en El Clásico del domingo sacaron una mala versión del equipo blanco, que no funcionó en lo colectivo y que solo dio algún atisbo de ambición, cuando Ancelotti metió en el campo a Modric y a Vinicius. Sin embargo, el Madrid rescató un punto, donde se ratifica su innegable idilio con esta competición. Rüdiger se abrió una brecha y un lugar en el corazón del madridismo. Creer hasta el último suspiro para resolver el primer entuerto europeo de la temporada. Del mal, el menos.