Mou sí pierde prestigio

"¿Cuántos títulos tengo que ganar en mi carrera para no jugarme mi vida o mi carrera en una eliminatoria?" Esta pregunta retórica es con la que José Mourinho contestó al periodista que le preguntó en la rueda de prensa previa al Clásico de cuartos de final de Copa del Rey si ante el Barça se jugaba su prestigio como entrenador.

"En cada partido me juego mi satisfacción personal. Estar feliz o triste el jueves. Contra el Athletic será estar feliz o frustrado conmigo y los míos el lunes. No me juego absolutamente nada más", añadió para tratar de zanjar este tema.

Al margen de lo que el entrenador se juegue contra el Barcelona, lo cierto es que no solo Josep Guardiola, que ya le ha ganado una Liga y una Liga de Campeones desde que Mou entrena al Real Madrid, además de haberle endosado la mayor derrota de su carrera y haber ganado recientemente el último enfrentamiento entre ambos en Liga, es el técnico que ha ayudado a echar por tierra su imagen de invencible y ganador nato.

Pero el catalán no ha sido el único que ha echado por tierra la leyenda de Mourinho. En su etapa en Inglaterra, Rafa Benítez le privó de jugar su ansiada final de Liga de Campeones con el Chelsea, ya que los reds dejaron en la cuneta a Lampard y compañía en 2005.

Además, el mismo protagonista y el mismo equipo también ganó al Chelsea de Mourinho en la misma ronda de Champions dos temporadas después. Con una agónica tanda de penaltis en la que Reina fue el protagonista, Benítez volvió a dejar KO a Mourinho en el único gran objetivo que nunca cumplió en Londres.

El entrenador del Sporting de Gijón dirigía al equipo que batió un récord de imbatibilidad como local de todos los equipos de Mourinho, que duraba 9 años y 38 días hasta ese 0-1 de los asturianos en el Bernabéu en la pasada Liga.

Y uno de los grandes maestros del luso, Sir Alex Ferguson, ya privó al Inter de Milán de hacer algo más importante en la Liga de Campeones de 2009, un año antes de llevar a los lombardos a lo más alto. Un superior Manchester United eliminó a Mourinho en octavos de final.