Eurocopa 2016, Grupo B: Así son Inglaterra, Rusia, Gales y Eslovaquia

La selección del país que inventó el fútbol nunca ha jugado una final de una Eurocopa. La última vez que llegó a unas semifinales fue hace 20 años. Enquilosada en los Gerrard, Lampard, Rooney y compañía, jugadores estelares en sus clubes pero irreconocibles con la camiseta de los proos, ha llegado la hora del rejuvenicimiento definitivo.

Y es que el combinado que dirige Roy Hodgson es el que presenta la menor media de edad de todo el torneo (25,39). Es lo que tiene contar con jugadores como Marcus Rashford -18 años, el más joven de la Eurocopa-, John Stones (22), Eric Dier (22), Delle Alli (20) o Raheem Sterling (21). Un equipo (casi) nuevo, con ausencias incomprensibles como la de Drinkwater -clave en el título del Leicester- e inclusiones como Delph -suplente en el City- o Towsend.

Nadie puede discutirle a Hogdson, eso sí, los resultados: 10 victorias en 10 partidos de fase de clasificación, con 31 goles a favor y solo 3 en contra, la selección con mejor balance. ¿Traducirán esos resultados a Francia?

Fue uno de los grandes atractivos en la Eurocopa de 2008 de la mano de un Arshavin virtuoso en todas las facetas. Desde aquella gran participación, donde los rusos cayeron en semifinales a manos de la campeona España, todo han sido decepciones.

La destitución de Fabio Capello a cuatro jornadas del final y con Rusia a cuatro puntos de la clasificación fue clave para su devenir. Llegó al cargo Leonid Slutski, que compagina su labor en la selección con la del CSKA de Moscú, al que ha hecho ganador de tres ligas en su país. La reacción fue inmediata y Rusia ganó los últimos cuatro partidos con un parcial de 13-1.

Sin embargo, no se espera mucho en la Eurocopa de un combinado todavía demasiado viejo (nueve jugadores con 30 o más años) que confía su suerte a la inspiración de hombres como Kokorin, Dzyuba o Shatov. Alan Dzagoev, por lesión, es la gran ausencia de una selección que será anfitriona del próximo mundial y no parece estar preparada para competir al nivel que se le espera.

Piensas en Gales y lo primero que te viene a la mente es Gareth Bale. Muchos grandes jugadores se han quedado sin jugar una Eurocopa por las limitaciones de su selección, y perfectamente podía ser el caso del futbolista del Real Madrid. Sin embargo, el pequeño país británico estará en Francia y jugará la máxima competición continental por primera vez en su historia.

Y el gran culpable no es otro que el ‘Expreso de Cardiff’. Marcó 7 goles en la fase de clasificación, siendo artífice directo de más de la mitad de los puntos conseguidos por su selección. Acompañado de nombres conocidos en la Premier League como Aaron Ramsey, Andy King o Joe Allen, buscarán dar la sorpresa en un grupo complicado.

Su entrenador, Chris Coleman, ha sabido confeccionar un equipo que se sustenta en la solvencia defensiva (solo cuatro goles encajados en la clasificación) y en el liderazgo de uno de los mejores jugadores del mundo. Precisamente, Bale es el único jugador de los 23 convocados que juega fuera del Reino Unido.

Conocida por ser la selección que nos la hizo pasar canutas en la fase de clasificación, la selección dirigida por Ján Kozák ya había debutado en un Mundial eliminando a toda una Italia vigente campeona, y ahora lo hace en una Eurocopa donde no va ni mucho menos de cenicienta.

Eslovaquia llegó a liderar su grupo durante la mayoría de las jornadas, hasta que España despertó de su letargo y le arrebató la primera plaza a poco del final. Basan su juego en el orden táctico y las transiciones rápidas, con Marek Hamsik, jugador del Nápoles, como máximo estandarte.

Una de sus mayores armas son las jugadas de estrategia. Así le ganaron a Alemania en Berlín en uno de los partidos de preparación y así vencieron a España en la fase previa. Casi nadie da un duro por ella, pero no son fáciles de ganar y son capaces de dar más de un disgusto.