Eurocopa 2020 | Suecia-Ucrania: Dovbyk, el héroe ucraniano en la batalla de Glasgow

1 - Suecia: Olsen, Lustig (Krafth, min. 83), Lindelöf, Danielson, Augustinsson (Bengtsson, min. 83) S.Larsson (Claesson, min. 97), Ekdal, Olsson (Helander, min. 101), Forsberg, Isak (Berg, min. 97) y Kulusevski (Quaison, min. 97).

2 - Ucrania: Bushchan, Karavaev, Zabarnyi, Matviyenko, Kryvtsov, Stepanenko (Makarenko, min. 95) Sydorchuk (Bezus, min. 118), Zinchenko, Yarmolenko (Dovbyk, min. 106) Yaremchuk (Besedin, min. 91 (Tsygankov, min. 101) y Sharapenko (Malinovskyi, min. 61).

Goles: 0-1, Zinchenko (27’); 1-1, Forsberg (43’); 1-2, Dovbyk (120 +1').

Árbitro: Daniele Orsato (ITA). Amonestó a Kulusevski (70’), Yarmlolenko (79’), Forsberg (85’) y Dovbyk (120 + 1'). Expulsó a Danielson (98’).

Incidencias: Partido correspondiente a los octavos de final de la Eurocopa 2020 celebrado en Hampden Park (Glasgow).

Pese a la igualdad sobre el papel, por nombre uno de los cruces más igualados, sobre el césped de Hampden Park se encontraban dos equipos poco nivelados. La Suecia fiable y primera por delante de España, ante una Ucrania irregular que se metió como la peor tercera de las mejores terceras. Y se vio la diferencia sobre el campo, al menos en el inicio de la contienda. Suecia, que sabe encerrarse pero que no tiene problemas en llevar la responsabilidad del juego, comenzó haciéndose con el balón, moviéndolo con sentido y echando para atrás a su rival. Sin embargo, el fútbol no siempre entiende de niveles y dinámicas, y la primera ocasión de peligro fue para Ucrania. Yaremchuk tuvo la opción con un remate al que respondió Olsen con una gran intervención.

Una acción que despertó a Suecia y puso en guardia al equipo escandinavo. El control de balón se vio acompañado de velocidad en los metros finales y la aparición de los tres hombres de más peligro en la parte alta. Kulusevski, Forsberg e Isak. Una gran combinación de los tres tenores que estuvo cerca de acabar en un remate a portería del delantero del Leipzig. Pero la más clara llevó el nombre del ariete de la Real Sociedad, Alexander Isak, con un tiro colocado y raso al segundo palo que se fue por muy poco.

La calidad, no obstante, también está muy presente en los atacantes ucranianos, que han demostrado tener capacidad de creación en la parte alta. Y no le hizo falta demasiado a los de Shevchenko, de la mano de un Yarmolenko excelso. El jugador del West Ham filtró un pase de fantasía con el exterior a Zinchenko, que remataría con el alma para doblarle la mano a Olsen y adelantar a los suyos. Con dedicatoria y reivindicación incluida, silenciando a sus detractores. Suecia quiso reaccionar antes del descanso, pero solo pudo inquietar con una falta envenenada de Larsson que se vio exigido a sacar Bushchan. Atascada en ataque, tenía que aparecer el jugador diferencial del combinado sueco. Forsberg, tocado por una varita, sacó un latigazo desde fuera del área que rechazó en un defensor ucraniano para colarse en la meta rival. Un gol psicológico y capital para el devenir de la contienda. Tablas merecidas antes del descanso.

El segundo acto comenzó con mucha más intensidad. Pese a la buena salida de Suecia, motivada tras el empate antes del descanso, el primer aviso serio fue de Ucrania, de nuevo en un destello de calidad. Yarmolenko habilitaba a Sydorchuk, que con un colocado y potente disparo estrellaba el balón en la cepa del poste. Una contra que no pareció afectar al combinado de Andersson, capaz de devolverle el golpe de manera inmediata con otro remate a la madera. Fue Forsberg en un toque delicado que escupió el palo tras una rosca medida. Pese al intercambio, la tónica del partido mantenía firme el dominio sueco, cimentado con llegadas al área de Bushchan que no lograban llegar a buen puerto. Hasta que apareció Kulusevski, rompiendo la monotonía del ataque sueco, titular esta noche tras el accidentado inicio de Eurocopa, quien sí que iba a obligar a intervenir al meta ucraniano con un exquisito disparo con rosca de muy mala intención.

Una acción que contagió a Suecia y a Forsberg, con otro remate catedralicio desde fuera del área que volvió a repeler la madera. Ucrania intentaba tener protagonismo en las contras, pero no acababa de llevar el suficiente peso en las transiciones, pese a la entrada de un creativo Malinovskyi. Pasaban los minutos y cuanto más cerca se veía el tiempo extra, la sensación de ambas selecciones era la de no querer perder lo que habían peleado durante tantos minutos. Abocados con este desenlace a tener que decidir en el tiempo extra, los técnicos guardaron armas para la prórroga, cuatro cambios en Suecia y cinco en Ucrania. Un ejercicio de desgaste, físico y mental.

Nadie se atrevía a dar el paso, para no depender de esa ‘lotería’ tan bonita y tan cruel de los penaltis. Hasta que otro giro de guion, de los tantos que lleva esta Eurocopa, dejó con diez a Suecia en una entrada muy dura y a destiempo del central Danielson. Amarilla en directo, roja cristalina tras la revisión del VAR. Y es que Besedin no pudo ni salir del campo sin ayuda. Ahora la pelota estaba en el tejado de Ucrania, la que menos había tenido que llevar el peso del partido. Los suecos intentaban, por primera vez en el choque, que se jugase lo menos posible, apelando a alguna contra aislada para evitar los once metros. Fue con todo el combinado del este, pero no era capaz de concretar ante una Suecia que amarraba los penaltis con uñas y dientes, un plan que al inicio del duelo no hubiesen imaginado. Pero esos once metros, no iban a llegar jamás. Dovbyk aprovechó un último centro de Zinchenko desde la izquierda para rematar en plancha y meter a Ucrania en cuartos de final. Un gol soñado para prolongar la ilusión de todo un país. Suecia se cae cuando parecía tener más cerca el premio a un buen torneo.

Rectificó al colegiado y expulsó a Danielson (98’), que en primera instancia solo había visto la amarilla, por una dura entrada sobre Besedin, que se fue lesionado.