Eurocopa 2020 | El bohemio Luis Enrique, una mentalidad única en tiempos de revolución

En estos tiempos en los que Internet facilita que todo el mundo pueda compartir su opinión sobre diversos temas, cada vez son más escasos los casos de tipos como Luis Enrique. El seleccionador nacional ha destacado durante su estancia en el cargo por mostrarse impasible ante la crítica, la opinión pública y los comentarios sobre sus decisiones futbolísticas o de elección de jugadores para sus convocatorias.

Si algo ha dejado claro el asturiano es que apuesta por jugadores revolucionarios, que sean de su agrado a pesar de que en sus respectivos clubes no tengan el protagonismo que se podría esperar de un internacional y que lo ‘viejo’ cada vez tiene menos cabida en Las Rozas.

Al igual que no ha tenido ningún problema en dejar fuera de la Eurocopa al capitán, Sergio Ramos, a Jesús Navas, Iago Aspas, Sergio Canales o Nacho, entre otros, a pesar de la lluvia de críticas que se sucedieron, tampoco ha tenido problemas en convocar a otro perfil de jugadores para su burbuja paralela.

Raúl Albiol, Pablo Fornals, Rodrigo Moreno, Carlos Soler y Brais Méndez fueron los elegidos por el técnico, tras el positivo de Sergio Busquets y el aislamiento de la expedición, para tenerlos en la recámara en caso de necesitarse alguna sustitución. No se contó con los jugadores anteriormente citados a pesar de que esta situación podría haber supuesto una oportunidad para corregir alguna ‘equivocación en la convocatoria’.

Además, fue una combinación de jugadores en la que se premió a veteranos como Raúl Albiol y se siguió apostando por la línea de talento joven, con buen toque y juego como Carlos Soler y Pablo Fornals. Centrocampistas con un perfil que se podría ajustar a la España de los bajitos y el tiqui taca.

Luis Enrique siempre ha apostado fuerte por el talento joven, ya convocó a Ansu Fati para la absoluta cuando este brillaba en el Barcelona, tampoco dudó con Diego Llorente desde el primer momento, a pesar de que en sus clubes ha estado lejos de ser indiscutible, y a apostó por el central desde el día uno. Tampoco le tembló el pulso para contar con Pedri González para ser una pieza fundamental en el centro del campo, como ya ha sido durante la temporada en el Barça, a pesar de su corta edad.

Eric García, caso similar al de Llorente, es otra de sus apuestas que ha estado presente en múltiples ocasiones. El central no ha sido protagonista en el City debido al alto nivel de Rúben Dias y a su intención de no renovar con el conjunto inglés para fichar por el conjunto azulgrana, como finalmente ha terminado pasando. ‘Lucho’ ha sido conocedor del gran potencial del zaguero y ha querido naturalizarlo con el entorno internacional desde el primer momento para convertirlo en una de sus piezas claves de presente y futuro.

Tal es la determinación del gijonés, que ha priorizado la presencia de estos jugadores a la del mismo capitán del combinado nacional y jugador español con más internacionalidades de la historia, Sergio Ramos, u otros nombres anteriormente citados que ya han vestido la ‘roja’ en varias ocasiones e incluso saboreado el metal.

Tampoco le tembló el pulso para, previamente, darle galones a un Bryan Gil que fue una de las revoluciones de la pasada Liga, y contradiciendo la nueva vertiente futbolística en la que parece que el físico y la velocidad priman sobre la calidad y el toque de balón que tiene el jugador.

Si algo asegura Luis Enrique en cada banquillo que ocupa es que su ideal es inamovible, y que es propenso a revoluciones más que a un modelo continuista o de transición. El mismo técnico que ganó un triplete con el Barça haciendo olvidar el famoso modelo de Guardiola es el mismo que viaja a la Eurocopa con una peculiar lista, pero con las ideas muy clara. La apuesta puede salir bien o no, pero el asturiano morirá con sus ideas antes que hacer algo en lo que no cree, y eso es digno de elogio en los tiempos que corren actualmente en el fútbol.