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Los jueves de Luis Villarejo: Gerard Moreno, el 7 de España

Luis Villarejo

Publicado 27/05/2021 a las 09:15 GMT+2

Su gran ídolo siempre fue Raúl Tamudo. Gerard Moreno, en su época de recogepelotas, dio más de un abrazo encendido a Tamudo cuando marcaba un gol en Montjuic con el RCD Espanyol. Gerard ha puesto patas arriba el paisaje del fútbol europeo entrando en la historia del Villarreal con un hermoso gol, fraguado en el toque sutil de un tipo muy grande como Dani Parejo.

Villarreal's Spanish forward Gerard Moreno celebrates his goal during the 2021 UEFA Europa League football final between Spain's Villarreal and England's Manchester United at the Gdansk Stadium in the Polish city of Gdansk on May 26, 2021

Fuente de la imagen: Getty Images

El título de la Europa League, con el Manchester United como testigo, puede alterar el mapa de Gerard que ha firmado un año memorable.
Gerard Moreno luce en el Villarreal el 7, el mismo que lucieron sus otros dos referentes en modo selección -Raúl y David Villa- y se incorpora al equipo nacional de Luis Enrique con galones. Gerard no va de relleno. Llega de estrella a la selección, con un sitio fijo en el once inicial. Y con la ilusión seguro de pedir su siete a la espalda en la Eurocopa. Sería un detalle. Y un premio emocional. Hace poco Mircea Lucescu, técnico del Dinamo de Kiev, vino a decir qué hacía Gerard Moreno jugando en la Europa League. Era una loa, pero Lucescu debe saber ya que el Villarreal es un club sencillo pero muy grande en términos futbolísticos.
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Resumen Villarreal-Man. United: A la gloria con suspense

Dani Parejo firmó una final de ensueño. En medio de tanto medio matraca, rodeado de armarios empotrados, Parejo dio pausa y sentido al juego. Da alegría ver triunfar el talento sobre el gimnasio o la genética. Orden, finura, un placer para los sentidos ver a Dani con poder, jerarquía y sobre todo, calidad por los cuatro costados. Me acuerdo hoy lo feliz que hubiera sido Alfredo di Stéfano este jueves viendo a uno de sus jugadores favoritos. Di Stéfano veía sentado, apoyando las manos en su cacha de madera, al Castilla y hablar de Dani con pleitesía. Era el único bueno, me decía a menudo Don Alfredo con ese aire de sorna y superioridad ganada a pulso en el campo. En el análisis, todos escuchábamos siempre sus reflexiones. Un día, estando en Marca, le contratamos Elías Israel -entonces director- y yo para analizar el Mundial 2002. Llegó la hora de su primer artículo. Y le pregunté por su pronóstico para ganar el Mundial. El Mundial lo gana Brasil fácil. Pero no lo pongas en el primer día que si no quitamos emoción a mis artículos. Y así fue. Brasil levantó la Copa de oro.
Cinco finales. Cuatro títulos de Europa League. Unai Emery movió su plantilla con destreza. Hizo los cinco cambios. Experto en levantar la Europa League con el Sevilla FC, Emery fue entrenador de verdad. Desde la previa, apelando a la psicología de luchar por el título en nombre del pueblo de Pau, espectacular toda la final en Gdansk. Emery sacó petróleo de su repertorio favorito, el balón parado, trabajado siempre toda la semana. Y que culminó con épica una tanda de penaltis interminable, con su guardameta Rulli como lanzador de clase ante su colega David de Gea. Desde el duelo Iríbar vs Esnaola en la final de Copa del 77 Athletic-Real Betis, no se había vivido un drama similar. Marcar once penaltis es una barbaridad. No hubo ensayos. Todo salió del coraje de sus jugadores.
Esa Copa de la Europa League que levantó Raúl Albiol es muy suya. Su final es para enmarcar. Sólido, firme, ha hecho crecer a Pau a su lado. Su experiencia sumó para dar un título europeo que merece este club de autor, creado en las oficinas por Fernando Roig padre, gestionado ahora con éxito por Fernando Roig Negueroles, siguiendo la trayectoria de José Manuel Llaneza.
La situación de las oficinas del Villarreal no es baladí. Hoy en día es normal ver al Real Madrid, al FC Barcelona o a los grandes clubes ubicando la gestión al lado de los campos de entrenamiento. Cuando uno pasa por la Ciudad deportiva del Villarreal y baja del despacho de su presidente, uno puede comprobar como sus dirigentes conectan con los padres de los niños de su academia. Los recursos humanos son estratégicos desde hace muchos años. Por ese cuidado y afecto a un proyecto merecía el Villarreal este trofeo labrado a golpe de tesón.
El Villarreal ya es un clásico. Un clásico joven. Aporta dos jugadores a la Eurocopa con España -Pau y Gerard Moreno-. Siempre que gana España hay un futbolista del Villarreal. Y en todas las listas sub, siempre aparece un niño del submarino. Por Riquelme, por Forlán, por Cazorla, por Marcos Senna, por Bruno Soriano, por Marchena y por decenas de futbolistas que han hecho grande al club, felicidades a un equipo que ha conquistado una competición cada año más grande. La Copa de Emery.
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