Los martes de Elías Israel: El carisma de Xavi, contra los elementos

El nuevo entrenador azulgrana representa la nostalgia de una etapa gloriosa y la ilusión de volver a colocar al Barça entre las referencias mundiales del planeta fútbol. Resultaba más que previsible que la salida de Messi derivase en una sensación de orfandad, que es la que ha tenido que venir a cubrir Xavi, llamado de urgencia, tras el dramático inicio de temporada del equipo azulgrana.

Si es difícil gestionar cualquier equipo grande desde el origen, es una quimera hacerlo cuando el tren está en marcha. Xavi no puede poner un espejo a sus recuerdos azulgranas, porque la actual plantilla no tiene nada que ver con aquella y porque el boyante club en el que jugó es ahora un club en quiebra técnica, con una dificultad tremenda para poder acceder al mercado de fichajes en dos meses en unas condiciones mínimamente decentes.

Si el futuro es inquietante, el presente es tenebroso. Xavi coge al Barça a 11 puntos del líder, a 10 del Madrid y a 6 del Atlético que marca el cuarto puesto que da acceso a la Champions. Sin Liga de Campeones, bajarían los ingresos por patrocinio y el drama se multiplicaría. Para colmo, el técnico se encuentra con once lesionados en la plantilla y este parón de selecciones solo le permite entrenador a siete futbolistas del primer equipo que es lo mismo que decir que no va a poder preparar prácticamente nada para su debut contra el Espanyol.

De momento, ha pedido poner cordura en los servicios médicos y el regreso inmediato del doctor Ricard Pruna, para mejorar en los diagnósticos, los tiempos de recuperación y la rehabilitación de un cúmulo de lesiones que merman cualquier atisbo de competir.

Sus primeros mensajes inducen a pensar en que va a buscar más fútbol y menos fanfarria en el entorno y todos los ojos han virado hacia Piqué. A ver si Xavi va a ganar el mundial de globos, en forma de enfados, por la vida paralela al fútbol de uno de sus capitanes. Difícil aterrizaje.

Tomar distancia con sus excompañeros va a ser necesario, tomarla con Laporta también y no ser rehén de su manera de entender el fútbol le va a resultar complicado. Xavi, para ser Xavi, necesita tiempo y jugadores de nivel. Eso no lo va a tener. El Barça es pura urgencia y Laporta necesitaba un escudo para salir del paso. Xavi, con su enorme carisma y su gran historia, contra los elementos externos e internos, es un enorme signo de interrogación.