Alemania pone en práctica una enseñanza de Guardiola

En un fútbol tan avanzado en el que cada espacio ganado sobre el terreno de juego puede acabar desequilibrando un encuentro, Alemania parece haber alcanzado la evolución perfecta de la posición de guardameta al dar a su portero titular, Manuel Neuer, un rol de gran importancia en labores defensivas. Así se demostró en el choque que la selección germana afrontó contra Argelia en los octavos de final del Mundial de Brasil, una cita en la que el arquero del Bayern llegó a tocar el esférico hasta en 59 ocasiones, siendo 21 de esos toques fuera de su área. Ningún otro portero ha intervenido tanto fuera del rectángulo en este campeonato.

Neuer, al margen de sus apariciones para sacar el balón en corto, destacó especialmente por ocupar una especie de posición de libero entre la defensa, que tenía siempre las espaldas cubiertas cuando Argelia parecía haber superado a todos los zagueros. De esas 21 apariciones fuera del área del portero alemán, 17 fue para despejar balones que buscaban las espaldas de sus compañeros llegando incluso en algunas jugadas a zonas más cercanas al centro del campo que de su propia portería.

*Zonas de acción del juego de Neuer en el Alemania-Argelia

El rol que Joaquim Löw, seleccionador alemán, ha otorgado a su jugador va en la línea de la idea que tiene Pep Guardiola, entrenador del Bayern y por tanto de Manuel Neuer, sobre el papel que tiene que tener un portero. Para el extécnico del Barcelona el guardameta ha de ser el primero en iniciar jugadas de ataque especialmente con pases en corto, de ahí la importancia de Víctor Valdés en su etapa en el Camp Nou, y tiene que tener especialmente desarrollado el juego con los pies para responder a cualquier circunstancia. El arquero ya no es en este fútbol moderno un mero encargado de despejar balones al poder aprovechar el privilegio de poder usar las manos. No solo sirve para hacer de muro, sino que debe intervenir en el juego dado que de esta manera se gana el control del esférico y de una zona del campo de vital importancia.

La interpretación del mapa de calor que arroja su actuación contra Argelia es clara y toda una enseñanza para cualquier entrenador. El portero también juega, no vive bajo palos ya que desatasca al equipo ante presión rival y sirve para generar juego desde abajo. Alemania, la última resistencia del fútbol de toque, pone en práctica también una de las más claras herramientas de este característico estilo que en su día asombró al mundo y que ahora, salvo que los germanos se encarguen de negarlo ganando el Mundial, parece venido a menos.