Thiago y Bielsa, dos nombres llamados a regenerar la Premier League

El Liverpool defiende esta temporada su título de campeón de la Premier League, pero Jürgen Klopp es consciente de que ya el curso anterior le habían cogido el truco. El famoso estilo agresivo de presión y velocidad desenfrenada que encumbró a Salah y Mané con la compañía del siempre fiel Firmino se encontró de bruces con una serie de equipos que apostaban por encerrarse atrás. Con esa limitación a sus contraataques, los reds se encontraban con partidos en los que tenía que afrontar posesiones largas, un registro al que Klopp ha tenido que adaptarse sobre la marcha. A pesar de eso, una efectividad sin precedentes le permitió ganar con holgura el título 30 años después.

¿Quién podía adaptarse al estilo personal de Klopp y ayudar a manejar el tempo de partidos en los que la paciencia es la mejor virtud? Thiago Alcántara apareció entonces en la lista de prioridades. El ecosistema alemán no esconde secretos para el ex del Bayern y su denominación de origen azulgrana le garantizaba esa dirección pausada del centro del campo que Henderson, Fabinho, Wijnaldum y Keita no pueden prometer.

Dicho y hecho, Thiago aterrizó y necesitó sólo 45 minutos para enseñarle a la prensa inglesa de lo que es capaz. Los medios británicos ensalzaron que en la segunda parte ante el Chelsea dio él solo más pases que todos los jugadores blues. Como toda estadística, conviene ser aclarada para que no resulte engañosa: el Chelsea tenía un jugador menos y la superioridad numérica jugaba a favor de Thiago.

Más allá de la anécdota de los pases, Thiago sí llega a Anfield para mejorar al campeón y darle la vuelta de tuerca que necesitaba para poder extender su dominio actual. Junto al internacional español llega también Diogo Jota, ese fichaje casi desconocido para la afición del Atlético que explotó con el Wolverhampton de la mano de Nuno Espirito Santo. El Liverpool 2020/21 será mucho más versátil y flexible que el del año pasado, un gran desafío para el Manchester City si quiere recuperar el trono.

Mientras el Liverpool se rearma, desde Yorkshire del Oeste llega el Leeds de Marcelo Bielsa a la Premier League con una carta de presentación contundente. El Loco, a pesar de conocer el más mínimo detalle de cada rival, apuesta por un estilo propio y lo ha puesto sobre la mesa en las dos primeras jornadas: derrota 4-3 ante el Liverpool y victoria por el mismo resultado ante el Fulham, otro recién llegado a la primera división.

Tras sumar sus tres primeros puntos, Bielsa dijo en rueda de prensa que “no hemos podido mostrarnos realmente”. Menos mal, debió de pensar Scott Parker, el otro técnico debutante este año en la Premier. El Leeds ha jugado sin temores, aceptando un ida y vuelta a bofetadas futbolísticas sin discriminar si el rival era el campeón o un reciente compañero de viaje en Championship. Andrea Radrizzani, el dueño del Leeds, estará contento al ver que su equipo vuelve a ocupar titulares en la prensa y el camino ya recorrido en las dos últimas temporadas hace pensar que Bielsa tendrá más margen de maniobra en Inglaterra que en su anterior etapa en el Lille francés.

Este Leeds que tanto agrada en los primeros pasos del curso tiene aún mucho por mejorar, ya que su efectividad ante el gol no engaña al técnico argentino. Es un equipo que siempre ha necesitado muchas ocasiones para marcar y por eso la gran apuesta en el mercado ha sido la de Rodrigo (no pierdan de vista tampoco a Koch, su central). Con un rotundo “estamos preocupados”, Bielsa ya lanzó el primer aviso a navegantes para que no se dejen llevar por las loas que esos siete goles en dos partidos conllevan, consciente de que el camino no debe ser otro que el de buscar asegurar la permanencia.

De momento, tras el susto al Liverpool y el despliegue exhibido ante el Fulham, quienes están preocupados también serán el resto de entrenadores. Bielsa buscará imponer su ley y no la de la clasificación, según la cual el equipo pequeño aparca el autobús a la espera de un milagro en forma de balón parado o error ajeno. El Leeds no quiere ser un equipo sin identidad y, por supuesto, tampoco querrá ser un ascensor, 16 años sin Premier han sido demasiados para Elland Road.