Real Madrid femenino: Las claves de un inicio de temporada para olvidar

Estas son las cifras de un equipo que el año pasado fue subcampeón y que en medio de esta crisis logró clasificarse para la UEFA Women’s Champions League.

Pero las sensaciones en el campo son peores. David Aznar se ha quedado prácticamente sin margen y su situación en el banquillo es delicada, aunque desgraciadamente para él se han juntado todos los factores para que el conjunto blanco se haya metido en una espiral negativa de la que le ha sido imposible salir.

Es el mayor lastre que ha sufrido el Real Madrid en este inicio de temporada. La plantilla se ha visto debilitada por numerosas lesiones de futbolistas clave, empezando por una Marta Cardona que la temporada pasada fue (con permiso de Jakobsson) la futbolista más determinante del ataque blanco. A finales de agosto tuvo que pasar por quirófano tras sufrir una lesión en el menisco, dejándola K.O para varios meses.

El centro del campo ha sido el más acusado, con problemas físicos para Teresa Abelleira, Maite Oroz y Kaci, todas importantes el curso pasado. Y arriba, Kosovare Asllani empezó la campaña dando positivo por covid-19 y cuando estaba de vuelta sufrió una lesión en los ligamentos de la rodilla. La sueca fue la máxima goleadora del equipo el curso anterior, con 16 goles en 29 partidos. Nahikari ha tenido problemas en el tobillo y Esther en el abductor, perdiéndose la andaluza el último choque frente al Athletic. Meline Gerard, portera suplente de Misa, y Malena Ortiz, que se recupera de una rotura de ligamento cruzado anterior, cierran la lista de ausencias.

No está acostumbrado el Madrid a jugar dos competiciones de forma paralela y nada más empezar tuvo que hacer frente a una doble eliminatoria contra el Manchester City por estar en la fase de grupos de la Champions al tiempo que arrancaba la Liga con el Levante (tercer clasificado el año anterior y su máximo rival por el segundo puesto) y disputaba la segunda jornada el derbi ante un Atlético renovado. En competición europea logró el objetivo tras un cruce muy reñido, pero en la Primera División femenina los dos resultados fueron trágicos: 4-0 ante el conjunto granota y 0-1 frente al rojiblanco, ambos sin apenas hacer daño al oponente.

Entonces llegó el parón de selecciones y en la vuelta esperaba el UDG Tenerife en casa, un rival correoso que acabó en los puestos de honor de la tabla en la 20-21 y que se ha convertido en uno de los primeros huesos del conjunto blanco: cuatro enfrentamientos, tres empates y una derrota madridista. El 1-1 en La Palmera significaba sumar el primer punto, pero en apenas ocho días recibió a la Real Sociedad y el Athletic, dos de los equipos más en forma del campeonato. El primero es el único con pleno de victorias en las cinco jornadas junto al FC Barcelona, mientras que el segundo, tras ganar al Madrid en Lezama, se ha colocado cuarto con 12 puntos de 15 posibles.

Tiene ahora rivales asequibles el Madrid para desquitarse: visita al Kharkiv en Champions, recibe al Éibar el domingo y vuelve a jugar en casa ante el Breidablik, también en la máxima competición continental. ¿Pagarán ellos los platos rotos?

Más allá de la planificación deportiva, discutible pese a las bajas (Aznar tampoco ha conseguido encontrar un plan B ni ha transmitido capacidad de reacción a sus jugadoras), todo indica a que la recuperación de este equipo pasa por volver a saborear las mieles del triunfo. Suena a tópico, pero un resultado positivo es capaz de cambiar hasta la peor de las dinámicas, sobre todo en una plantilla que aún mermada por las bajas cuenta con una calidad indiscutible.

El desparpajo de Athenea del Castillo, la sobriedad de Misa Rodríguez, el liderazgo de Ivana Andrés, la calidad de Claudia Zornoza, la energía de Kenti Robles y la fiabilidad de Olga Carmona… con Maite Oroz ya recuperada y esperando lo mejor de la dupla Nahikari-Esther, el Real Madrid está preparado para darle la vuelta a la situación. Incluso teniendo que jugar cuatro partidos en 11 días y estar ahora mismo a 12 puntos de los puestos europeos.

Una medida que implique un soplo de aire fresco es, por supuesto, el relevo en el banquillo. Varios medios apuntan a una posible destitución de David Aznar y son muchos los nombres que suenan, empezando por su segunda de a bordo, la ex de Rayo y Valencia Irene Ferreras. También figuras más contrastadas como José Luis Sánchez-Vera, María Pry e incluso el campeón del triplete con el Barça, Lluis Cortés. Toca esperar, pero no demasiado..