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Mutua Madrid Open 2023 | La sufrida remontada de Alcaraz en seis claves

Pablo Sarmiento

Actualizado 28/04/2023 a las 22:05 GMT+2

Carlos Alcaraz tuvo que ponerse el mono de trabajo para poder superar la segunda ronda del Mutua Madrid Open ante un Emil Ruusuvuori que ya había conseguido vencer al español hace dos años en el Masters 1.000 de Miami. Tras un primer set dubitativo y complicado, el murciano puso en juego su mentalidad ganadora y una serie de claves que le sirvieron para dar la vuelta al marcador (2-6, 6-4 y 6-3)

Carlos Alcaraz celebra su pase a la tercera ronda del Mutua Madrid Open

Fuente de la imagen: Getty Images

La grada del estadio Manolo Santana sudó de lo lindo en cada uno de sus asientos de una abarrotada pista central que vio como Carlos Alcaraz se asomaba en el abismo para acabar saliendo victorioso de un complicado primer envite complicado en su camino a la reconquista del Mutua Madrid Open. Lejos de darse por vencido, el número dos mundial y principal cabeza de serie del cuadro sustentó en seis claves su remontada.

Mentalidad ganadora

En los días en los que parece que no sale nada, la mentalidad es lo que define a los grandes campeones. Las bolas de break no llegaban, su rival dominaba y la famosa derecha de Alcaraz no ayudaba de cara a meterse de lleno en un partido donde más de uno se le pasó por la cabeza que el campeón se marcharía a las primeras de cambio.
Nada más lejos de la realidad, la capacidad de Carlos de luchar cada punto como si fuera el último le fue dando alas, además de levantar a la grada en más de una ocasión. Un cóctel perfecto para dar la vuelta al marcador de un duelo que ni mucho menos se esperaba tan igualado como finalmente fue.

Del posible 2-4 al 3-3 en el segundo set

Si hay un punto de inflexión, el catalizador principal de la remontada fue el sexto juego del segundo set. Carlos Alcaraz tenía servicio para mantener la alternancia en el marcador y tuvo que dar lo mejor de sí para que la empresa que tenía por delante si quería pasar de ronda, no se convirtiera en un auténtico Tourmalet inalcanzable para el español.
Hasta cinco bolas de break tuvo que hacer frente, estando por momentos contra las cuerdas y al borde de acabar besando la lona. Uno tras otro los puntos fueron acabando de su lado para poner el 3-3 y posteriormente llegaría la rotura que daría la calma suficiente a Carlos para confiar en que la remontada era más que posible.

La versión más reconocible de Carlitos llegó tras más de una hora

Sin noticias de su revés y sobre todo su derecha durante el primer set, Alcaraz consiguió a base de resistencia meter a la grada en el partido. También tardaron en aparecer las dejadas con las que cortar el ritmo de un Ruusuvuori que amenazaba continuamente desde la línea de fondo.
El revés no era preciso y la derecha no funcionaba de cara a sentirse dominador en los puntos y durante el primer set estuvo a merced de un sólido Ruusuvuori que no dio ninguna opción con su servicio. Poco a poco fue imponiendo su ley el español, pero necesitó echar mano de todo su repertorio ante un rival que no claudicó hasta el tercer set, donde se vio la versión más reconocible de Alcaraz.

Minimizando errores hasta que llegaran los ganadores

Carlos Alcaraz acabó el partido con diez errores no forzados, que teniendo en cuenta el nivel de imprecisión que parecía tener a la hora de acabar las jugadas en el primer set no son para una cifra negativa para el murciano. Le costó encontrar el mordiente en su tenis, pero no entró en una vorágine de errores no forzados que podía haber acabado de la peor manera posible.
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Carlos Alcaraz ante Emil Ruusuvouri en la segunda ronda del Masters 1.000 de Madrid.

Fuente de la imagen: Getty Images

Los golpes ganadores fueron llegando más a cuentagotas en el primer set (8), pero una vez fue capaz de desatascar el partido, la cifra subió exponencialmente hasta finalizar en 36. Saques directos, derechas ganadoras, ‘passings’ con los que levantar a los aficionados de los asientos, dejadas y todo el repertorio habitual que emana de la raqueta del principal cabeza de serie terminaron saliendo gracias a la insistencia de no tirar la toalla del español.

El servicio, la base del éxito

El saque funcionó en los momentos más difíciles y permitió a Carlos salir de más de un atolladero. Con algún ‘ace’ a más de 220 kilómetros por hora, fue variando entre el golpe plano a la ‘T’ y el saque liftado abierto hasta que encontró la manera de hacer daño a un Ruusuvuori que por momentos se hizo fuerte en la línea de fondo y presionó con acierto el segundo del español.
Diez servicios directos y una sola doble falta, ganando en el tercer set el 80% de los puntos jugados con su segundo saque. Algo que parecía impensable en un inicio de partido donde parecía estar a merced de lo que proponía desde el resto el tenista finés.

Dos horas de sufrimiento, con final feliz

Otro punto a favor del español puede ser el ritmo y la confianza que le puede dar un duelo que finalmente se marchó a las dos horas y 16 minutos de duración. La imprecisión inicial fue dando paso a una mejor versión de Alcaraz, que supo sufrir cuando había que hacerlo, para acabar imponiendo su tenis cuando llegó el momento.
Un partido que le servirá para afrontar con las mejores garantías su compromiso de tercera ronda, donde le espera Grigor Dimitrov, tenista con el que compartió su primera sesión de entrenamiento esta semana en su desembarco en la Caja Mágica.
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