ATP Finals 2017, Federer-Cilic: Mucha tela que cortar (15:00)

Marin Cilic será el rival del suizo, en un choque que rememorará la final de la última edición de Wimbledon, donde Federer se alzó con su octavo título en el All England Club. Un partido de ingrato recuerdo para el croata, que acabó llorando en la silla durante el enfrentamiento debido a unos problemas físicos en su pie, que le mermaron notablemente.

La situación de Cilic en la clasificación dista de ser la mejor, después de dos duras derrotas en sendos igualados partidos ante Alexander Zverev en primer término y Jack Sock en la segunda jornada. Lo que podría ser una clasificación matemática para semis se tornó en estar en la última plaza por mínimos detalles, que le llevaron a entregar la cuchara en ambas batallas.

Con la honra, y la posibilidad de poder derrotar a Federer por segunda vez en su carrera, el croata afronta un partido con mucho que ganar y poco que perder, aunque se encontrará a un helvético, que no se va a dejar ir. El sistema de puntación del ránking ATP en la Copa de Maestros provee de 200 puntos por cada partido ganado en la primera fase, lo que llevará al número dos del mundo a afrontar la ocasión con el hambre del que quiere recortar la diferencia de Rafa Nadal en el liderato de la clasificación mundial.

Solamente una vez ha caído Federer ante Cilic, en las semifinales del US Open 2014, único trofeo de Grand Slam que descansa en el palmarés del croata, por siete victorias para el maestro de Basilea, que domina con claridad el cara a cara con su siempre temido adversario, que no ha encontrado el punto de suerte necesario para poder cerrar dos partidos donde tuvo sus opciones.

Algo que sí que hizo el suizo, batiendo a Sock en dos sets en la primera jornada, y posteriormente hizo lo propio con el prodigio alemán Alexander Zverev, en un intenso partido, en el que el tenista de 20 años llegó a poner contra las cuerdas a Federer, que salvó el envite en el tercer set. Está claro que el enfrentamiento puede carecer de aliciente, pero ni mucho menos acabará siendo un duelo descafeinado, ya que tanto por un lado de la pista, como el otro, tiene argumentos más que convincentes para no dejarse llevar.