¿Por qué Madrid? Las claves que explican la decisión de Roger Federer

Porque aunque es difícil saber lo que tiene en mente el tenista de Basilea a sus 37 años, hay varios aspectos que han podido ser claves en la decisión de Roger, en un torneo donde guarda grandes recuerdos, y sobre todo, dondesabe lo que es vencer al gran dominador de la arcilla, Rafa Nadal, una razón de peso aunque no la única.

El idilio de Roger Federer con Madrid viene de lejos, y es que en 2006 ganaba su primer título cuando todavía se disputaba sobre pista dura derrotando en la final al chileno Fernando González. Sucedía en el palmarés curiosamente a Rafa Nadal, que un año ante remontaba ante Ivan Ljubicic una desventaja de dos sets para alzarse como campeón, a pesar de sus problemas físicos con las rodillas.

El jugador helvético fue el encargado de estrenar el palmarés de la Caja Mágica en 2009, derrotando en la final al manacorí, en la temporada de su única victoria en Roland Garros, y era superado en 2010 por Rafa también en la final. El controvertido 2012 fue testigo de su último trofeo en el actual Mutua Madrid Open, donde la tierra azul marcó una edición en la que superó a Tomas Berdych por el título.

Madrid, con la excepción de Hamburgo donde Federer ganó en cuatro ocasiones precisamente en el torneo al que sustituyó la cita capitalina, es el lugar que ha visto ganar más veces a Roger Federer sobre tierra batida (2009 y 2010) y donde ha podido pelear con mejores armas ante el vendaval que supone la figura de Nadal sobre arcilla, aunque el español ha salido victorioso en la Caja Mágica en cuatro ediciones, la última en 2017. El aspecto fundamental para entender este cambio con respecto a Montecarlo, Barcelona, Roma o París, es la altitud.

La arcilla, la superficie de los grandes peloteos, de la lucha hasta la extenuación en cada punto, donde los servicios se hacen menos determinantes y donde el físico cobra vital importancia, pierde algo de su esencia en Madrid por la altitud que añade otro factor a tener en cuenta año tras año. Los 667 metros sobre el nivel del mar hacen que los tenistas tengan que encontrar unas sensaciones nuevas a las que están acostumbrados en los torneos anteriores, teniendo menos control sobre su juego.

Esto provoca que los puntos se acorten, se favorece a los sacadores y a los tenistas más agresivos con sus golpes revertiendo en el tiempo que duran los puntos. Eso no quita para que jugadores como Nadal acaben dominando a sus rivales con su tenis de ritmo demoledor, pero le hacen replantearse sus armas para esta ocasión. Quizás su cambio de estrategia con el servicio en tierras australianas le sirva para ser más temible en Madrid, sin embargo, este aspecto ha podido llevar a Federer a tomar la decisión de estar en el torneo español.

Primero, porque supondrá un menor desgaste físico para el jugador de 37 años, que hace dos que no juega un partido sobre tierra batida, aunque todavía se desconoce si disputará alguno de los torneos anteriores, y segundo, porque su estilo se ve más favorecido en las pistas de la Caja Mágica. Su servicio será más incisivo, su derecha tendrá la capacidad de hacer más daño a sus rivales y su revés a bote pronto le permitirá atacar haciendo mucho más difícil la defensa en estas condiciones.

En definitiva, Madrid podrá contar por primera vez desde 2015 con la presencia de toda una leyenda del tenis, que se unirá a Rafa Nadal, Novak Djokovic, el ganador de la última edición, Alexander Zverev o el finalista en 2018, Dominic Thiem, en la terna de favoritos por alzarse con el título en una edición más que atractiva del Mutua Madrid Open 2019.