Nadal en tierra batida, motivos para seguir confiando en el rey de la arcilla
Actualizado 15/05/2019 a las 11:09 GMT+2
Nadal comienza su camino hacia Roland-Garros pasando por Roma. Tras caer en Madrid ante Tsitsipas aún quedan motivos para esperar la mejor versión de Rafa Nadal en tierra, su terreno fetiche. El Foro Itálico se convierte estos días en la antesala de uno de los cuatro Grand Slam, el de París, y Nadal ya sabe lo que es conquistar ambos torneos de manera consecutiva.
La caída en el Mutua Madrid Open
Nadal cayó en las semifinales del Masters 1.000 madrileño ante un Tsitsipas que ha demostrado ser una de las jóvenes promesas vigentes en el circuito. Fue una sorpresa después del recital tenístico que ofreció el español ante Wawrinka (6-1, 6-2). Algo similar le ocurrió en la anterior edición al manacorí.
Rafa era uno de los principales candidatos a conquistar el torneo, como suele ser costumbre cuando hablamos de tierra batida. Además, venía de vencer con mucha contundencia a Diego Schwartzman (6-3,6-4) con un público entregado y haciendo un buen tenis nadie se esperaba que Dominic Thiem apeara a Nadal en cuartos (7-5, 6-3).
Roma es otra historia
Lejos de estar afectado por el duro golpe de Madrid, Nadal afrontó el Masters 1.000 de Roma como una nueva oportunidad de demostrar de lo que es capaz en arcilla antes de una de las citas más importantes del calendario tenístico.
En el torneo italiano, el actual número dos del mundo dejó por el camino a tenistas de la talla de Shapovalov (6-4,6-1) o Fognini (4-6, 6-1, 6-2) antes de plantarse contra una de sus némesis, Novak Djokovic, en semifinales y tumbarle exhibiendo un buen tenis y recuperando sensaciones perdidas en la capital española (7-6, 6-3).
Precisamente derrotaría al por aquel entonces campeón del Mutua Madrid Open, Alexander Zverev, en la final que confirmaría que Nadal llegaba a Roland Garros siendo favorito a levantar la Copa de los Mosqueteros.
Fiabilidad contrastada en Francia
Si hay algo innegable es que Rafa Nadal es el rey absoluto de Roland Garros, y que ha forjado su leyenda en tierra gracias a sus exhibiciones en este torneo. Dejó en el camino a Marterer (6-3, 6-2, 7-6), Diego Schwartzman (4-6, 6-3, 6-2, 6-2) y Del Potro (6-4, 6-1, 6-2) para plantarse en la final.
En la cita más importante esperaba el verdugo de Rafa en Madrid, Thiem. Volvían los fantasmas del pasado y el favoritismo del español se veía reducido debido a los precedentes entre ambos tenistas. Lejos de arrugarse, Nadal sacó a relucir su mejor tenis para vencer de manera contundente al austriaco (6-4, 6-3, 6-2) y cerrar de la mejor manera posible un nuevo capítulo en tierra batida.
¿Motivos para creer?
Los precedentes juegan a favor de Rafa Nadal y más si se habla de tierra batida. El mismo tenista español reconoció tras caer ante Tsitsipas que "jugando bien hubiera ganado el partido", por lo que hay razones para esperar una mejor versión de Rafa en Roma y en París, como exhibió el anterior año.
Los fallos y la dificultad de sobreponerse a algunos breaks han lastrado al mallorquín en Madrid, pero si consigue encontrar esas derechas ganadoras y controla los tiempos de partido su nivel puede verse mejorado exponencialmente. Su saque ha mejorado mucho en Madrid y va en alza como ha reconocido Rafa y parece haber encontrado ese puntito físico necesario para poder desplegar su juego.
A su mejor nivel, Nadal ya ha demostrado de lo que es capaz, ahora cabe esperar que el once veces campeón de Roland Garros pueda reencontrarse con él mismo a tiempo.
Únete a Más de 3 millones de usuarios en la app
Descargar
Escanéame
Temas relacionados
Compartir este artículo
Anuncio
Anuncio