US Open 2016, 2ª ronda, Serena Williams-Vania King: Máxima comodidad (6-3 y 6-3)

Serena Williams. Sus primeros partidos en la central de Nueva York están resultando tremendamente cómodos para ella. Jugó por primera vez bajo techo en la Arthur Ashe y apenas notó diferencia, apabullando desde el principio a su rival e intentando ahorrar energías y minutos de cara a futuros compromisos más exigentes.

Vania King. Su principal premisa antes de comenzar el partido era la de mejorar su último enfrentamiento ante la número uno del mundo. En 2014, la menor de las Williams la despachó con un hiriente 6-1 y 6-0 y, en ese sentido, la californiana cumplió sobradamente con sus tres juegos por set. Aun así son varios los escalones de diferencia entre una y otra.

Serena Williams tachó de su calendario una nueva eliminatoria-trámite en el US Open. A Ekaterina Makarova se unió Vania King, californiana que sólo había tenido el privilegio y el castigo de haberse enfrentado a ella en una ocasión. En la segunda tampoco tuvo opción real siquiera de incomodar a la número uno del mundo, que rompió a las primeras de cambio el saque de la californiana para, a partir de ahí, ir gestionando su ventaja con suma comodidad.

La de Saginaw tiene una virtud que muy pocas tenistas del circuito femenino poseen; es capaz de marcar el ritmo de los partidos acelerando y frenando a su gusto, una cualidad diferencial en un entorno en el que la irregularidad es marca de la casa. La afición neoyorquina, además, la tiene como referente absoluto, lo que le ayuda a gestionar sus eliminatorias sin cargas psicológicas. Vania King apenas supuso para ella un entrenamiento ligeramente superior a la hora de partido.

Serena Williams avanza con una facilidad pasmosa por el cuadro femenino, en el que ya comienzan a caer algunas favoritas, siendo Garbiñe Muguruza la más destacada. Aunque sus partidos parecen simples, la regularidad de su excelencia es digna de elogio, y gracias a ella está a sólo cinco partidos de empezar a mirar por el retrovisor a Steffi Graf.