US Open 2016, cuartos, Serena Williams-Simona Halep: Exigencia real (6-2, 4-6 y 6-3)

Serena Williams. La número uno del mundo gestionó bien su primer contacto con la exigencia real en los cuartos de final del US Open 2016. Simona Halep no se dejó amedrentar a pesar de la contundencia con la que la de Saginaw se puso 3-0 en el primer set y tuvo que remar con mucho oficio durante más de dos horas para asegurar su presencia entre las cuatro mejores.

Simona Halep. Meritorio partido de la tenista rumana, la única capaz no sólo de romperle el servicio a Serena Williams, sino también de arrancarle un set en todo el torneo. De haber estado en la otra mitad del cuadro femenino hubiera podido llegar más lejos, pues ha demostrado en los cinco partidos que ha jugado en Nueva York que atraviesa un gran momento de forma y posee un tenis muy atractivo.

Se acabó el paseo para Serena Williams, que a partir de ahora ve cómo el camino hacia el US Open 2016 se empina notablemente. Johanna Larsson o Yaroslava Shvedova son tenistas cuyos méritos no tienen nada que ver con los de Simona Halep, quinta mejor raqueta del planeta que no se arrugó ante la menor de las Williams, buscando hacerle daño con un tenis agresivo y constante, consiguiendo que el ánimo no se viniera abajo aunque el primer set se le marchara por un claro 6-2.

En el segundo set Halep consiguió una nueva rotura del servicio de Serena, demostrando que lo ocurrido en los primeros juegos no era una casualidad, y esta vez sí consiguió gestionar su ventaja para igualar el partido. Serena era consciente de que tenía que meterle aún más intensidad al partido si quería evitar sustos y consiguió rápido el break que le permitió gestionar el set con tranquilidad, aunque con más minutos en pista de los que hubiera deseado.

El duelo entre Serena Williams y Simona Halep fue, con mucha diferencia, el partido más atractivo hasta el momento en el cuadro femenino del US Open. La versión 2015 de Serena Williams hubiera colapsado, presa de los nervios y la presión, ante una tenista con el empuje de Halep, pero este año la estadounidense se muestra más tranquila ante su afición, lo que puede terminar marcando la diferencia para, esta vez sí, ganar el título en Nueva York.