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Entrevista Eurosport | Arantxa Sánchez Vicario: "Orgullosa de ser la única campeona en Miami"

Fernando Murciego

Actualizado 03/04/2021 a las 12:54 GMT+2

Entrevistamos en exclusiva a la única tenista española de la historia capaz de levantar el título en Miami. Arantxa Sánchez Vicario, siete veces campeona entre individual y dobles, explica en Eurosport por qué a la Armada se la ha resistido durante tantos años este torneo. “Miami siempre fue un desafío muy físico y mental, pero a mí me encantaba”

Arantxa Sánchez Vicario posa con el título del Open de Miami

Fuente de la imagen: Getty Images

Hace unos días repasábamos cuál había sido el papel del tenis español en el torneo de Miami, un lugar donde ni Sergi Bruguera, ni Carlos Moyá, ni Rafa Nadal, ni Carla Suárez, ni David Ferrer, ni Vivi Ruano pudieron ganar hasta el día de hoy. Vengando a todos ellos, hubo una española que sí encontró la fórmula para conquistar Florida, la eterna Arantxa Sánchez Vicario. La jugadora catalana, a quien ya entrevistamos en exclusiva el verano pasado, vuelve a ser la protagonista esta semana. Y es que solamente ella conoce los requisitos para salir por la puerta grande del antiguo Cayo Vizcaíno, así que lo mejor será sentarnos, escuchar y aprender de una de las mayores leyendas que ha dado nuestro deporte.
“Cada vez que llega Miami me vienen muy buenos recuerdos. Para mí es un torneo muy agradecido, me ha permitido ganarlo muchas veces, dos veces en individuales y muchas otras en dobles, así que me encanta”, afirma la ex Nº1 mundial a través de nuestra conversación telefónica. “Al ser española siempre sentí mucho cariño por parte del público, me sentía muy querida y arropada, una energía buenísima cada vez que jugaba. He de decir que es un torneo complicado por el viento y las interrupciones por tormentas tropicales, pero mientras otros se quejaban y estaban molestos, yo me crecía ante las adversidades”.
De entrada, ya sabemos que la actitud es el factor fundamental para tener una mínima opción en Florida, así fue como Arantxa, con apenas 20 años, levantó el trofeo en 1992 derrotando a Sabatini en la final. Un año después, cuando le tocó defender el trono, la española volvió a quedarse con el título, esta vez tumbando a Graf. “Siempre hay lugares donde te sientes fabulosa cada vez que vas, luego hay otros a los que vas y te pasa lo contrario. A mí por ejemplo me pasaba en Roma, llegaba y no había manera de que pudiera ganar el torneo, perdía siempre en semifinales o la final, aunque sí pude ganarlo un par de veces en dobles. En Miami era al revés, casi siempre se me dio bastante bien. Montreal, Hamburgo o Berlín son otros torneos de los que guardo un gran recuerdo porque también me fue muy bien”, sostiene con cariño
En Miami, por varios motivos, Arantxa siempre se sintió como en casa, incluso teniendo que hacer frente a cuadros repletos de espinas. Me acuerdo de algunos partidos, pero sobre todo tengo en mente esa final con Sabatini, recuerda sobre la final que disputaron hace 29 años. “Aquello fue como un partido de fútbol entre Argentina y España, todo el mundo animando y cantando, con las banderas, un ambiente muy latino y muy cercano. Jugué un gran partido, la derroté en dos sets, pero sí que hubo muchísimo viento y muchísimo calor, salían llamas de debajo de la pista. Fue un partido muy completo, jugué muy agresiva durante toda la semana y también saqué muy bien”, detalla la campeona. “Me adapté bien a las velocidades y pude mover a cada rival con la que me enfrenté. Por otra parte, jugar el dobles me ayudaba muchísimo, fueron 14 partidos en una semana pero al final el esfuerzo mereció la pena”.
Poco se habla de la importancia que tuvo el circuito de dobles en la carrera de Sánchez Vicario, aportándole siempre rodaje, confianza y, lo más importante de todo, 69 trofeos en la modalidad. En Miami su éxito no se limitó solo a su doblete individual (1992, 1993), sino que también dio la campanada cinco temporadas en dobles (1992, 1995, 1996, 1997 y 2001). En total, siete títulos en el viejo Cayo Vizcaíno, dígitos que solo superó en Amelia Island (8) y su querida Barcelona (11). “Es verdad que muchos ven como un arma de doble filo el tema de la presión y jugar en casa, pero yo siempre lo entendí al revés. Sabía que el apoyo de la gente me iba a servir para salir adelante y sacar lo mejor de mí. Jugar en casa es de las cosas más especiales que puedes vivir en el tenis, además era solo una semana al año, era la semana que estabas esperando, en tu club, con tu gente, el torneo que mejor querías jugar. La motivación y la ilusión se disparaban cada vez que jugaba en Barcelona, por eso lo intenté jugarlo siempre, además me servía como preparación de cara a Roland Garros”, señala la de 46 años.
Pero no caigamos en distracciones, toca hablar de Miami y nada más, aunque sabemos que la carrera de Arantxa da para enfocar múltiples temas. Toca hablar de cuáles fueron los secretos del éxito para ganar allí. Donde tantos españoles se quedaron a las puertas, ella entró hasta la cocina. “Para ganar aquí tienes que estar cada día súper concentrada, cada día es un mundo. Hace un viento fortísimo, parece que se mueva toda la pista. Diría que la clave es no luchar contra uno mismo, en el sentido de no generar negatividad, porque como te pongas negativa el desafío se vuelve todavía mucho más grande y entonces sí que se te van las ganas de estar jugando. Hay que ser positiva, extraer lo mejor de cada circunstancia y luchar por cada punto, olvidarte del viento. Al moverse mucho más la bola, te tienes que desplazar mucho más rápido, ya no te digo si de repente se pone a llover y te toca parar el partido. Mentalmente es un torneo muy exigente, pasas muchas horas en el club, así que es vital mantener esa concentración”, explica la heptacampeona.
Este año se cumplen 36 ediciones desde que naciera el Masters de Miami, casi cuatro décadas donde el tenis español ha buscado la gloria, pero nadie supo cómo seguir los pasos de Arantxa. “Han pasado muchos años, demasiados, pero me sigo sintiendo orgullosa de haber sido la única española capaz de ganar y haber tenido tanto éxito allí”, valora la campeona de cuatro Grand Slams. "El gran cambio en estos últimos años está en la sede, nosotras jugábamos en la antigua isla de Cayo Vizcaíno y ahora se juega en el Hard Rock Stadium, con un estilo más cercano al fútbol americano, pero lo que no cambian son las condiciones. Sorprende porque la pista no es muy rápida, pero sí hay mucha humedad, es fácil deshidratarse. La alimentación también es vital, toda esa preparación es fundamental para llegar hasta el final”, añade orgullosa la mujer que pasa estos días en la Academia de su hermano Emilio, compartiendo sus conocimientos con los jugadores más jóvenes.
De momento, la derrota más reciente de Roberto Bautista nos vuelve a dejar un año más con la misma conclusión. En 2022, cuando Miami irrumpa en el calendario y nos preguntemos por qué los españoles no ganan allí, nuestro consejo volverá a ser el mismo: ‘Pregunten a Arantxa Sánchez Vicario’. Y si no se animan a llamarla, no se preocupen, aquí tenemos la respuesta de por qué ella sí y los demás no. “Cuanto más lentas fueran las condiciones, mejor se me daba y más cómoda me sentía. No todo el mundo acepta ese desgaste físico y mental, pero a mí me venía de lujo”.
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